miércoles, 30 de noviembre de 2016

Propuesta de ayuda en la Consejería Pastoral







    


    




PROPUESTA PARA CONSIDERAR LOS APORTES DE LA PSICOLOGÍA,

COMO HERRAMIENTA DE AYUDA EN LA CONSEJERÍA PASTORAL.








INDICE








Contenido:






INDICE. 3


INTRODUCCIÓN.. 5


I. PSICOLOGÍA Y PASTORAL. 6


MARCO TEOLÓGICO/HISTÓRICO DEL TRABAJO DE CONSEJERÍA PASTORAL. 6


FUNDAMENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO.. 6


II. LA IGLESIA COMO COMUNIDAD SANADORA.. 12


III: DESARROLLO HISTÓRICO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 15


IV. PSICOLOGÍA Y CRISTIANISMO.. 17


V. BASES ANTROPOLÓGICAS. 18


Problemas personales, intrapsíquicos. 19


Problemas espirituales. 20


VI. NECESIDADES PERSONALES. 23


VII. LAS TRAGEDIAS, PÉRDIDAS Y CRISIS. 25


VIII. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 27


ELEMENTOS EN EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA.. 27


QUÉ ES LA CONSEJERÍA PASTORAL. 28


IX LA SINGULARIDAD DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 29


LÍMITES DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 30


METAS AL ACONSEJAR. 31


Algunas ideas erróneas o equivocadas que circulan en el contexto de nuestras iglesias son: 34


X. ELEMENTOS INDISPENSABLES EN EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 35


FORMAS DE COMUNICACIÓN.. 35


FACTORES QUE PUEDEN PERJUDICAR EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL. 43


XI. MÉTODOS EN LA CONSEJERÍA PASTORAL. 46


TIPOS DE CONSEJERÍA PASTORAL. 47


ALGUNAS TÉCNICAS PSICOTERAPÉUTICAS PARA LA CONSEJERÍA PASTORAL. 48


XII. USO DE LA BIBLIA.. 56


XIII. REQUISITOS DEL BUEN CONSEJERO.. 59


CARACTERÍSTICAS. 60


XIV. PELIGROS PARA LOS CONSEJEROS. 61


ÉTICA EN LA TAREA DE ACONSEJAR. 61


LA TRANSFERENCIA.. 62


LA CONTRATRANSFERENCIA.. 63


DERIVAR. 63


QUIÉNES SON LAS PERSONAS QUE NECESITAN SER REFERIDAS. 63


A DÓNDE REFERIR. 64


CÓMO REFERIR. 65


CONCLUSION.. 66


Bibliografía. 68
















INTRODUCCIÓN






La intención del presente trabajo no es analizar la relación entre las diversas escuelas de psicologías y la teología pastoral. Tampoco pretende ofrecer una crítica cristiana a las escuelas de psicoterapia, ni presentar una "psicología cristiana". El diálogo entre la psicología y la teología pastoral es aún un campo fértil para la reflexión intelectual. La pretensión del trabajo es proveer al pastor los aportes que la psicología ofrece a la consejería pastoral.


Primeramente abordaremos el marco teológico e histórico de la Consejería Pastoral, en donde describiremos las bases que nos ofrecen el Antiguo y Nuevo Testamento para el trabajo de consejería. Terminaremos con un vistazo general de su progreso histórico. Propondremos a la iglesia como contexto y marco para el trabajo de la Consejería Pastoral.


A continuación presentaremos la relación entre la psicología y la consejería pastoral, con una propuesta de integración entre ambas disciplinas. Trataremos de establecer las bases antropológicas que sustentan y justifican la necesidad de la Consejería Pastoral. Así mismo trataremos sobre los elementos necesarios para el proceso de la consejería, y por último presentaremos algunos requisitos para las personas que quieran trabajar en la disciplina. Terminaremos el trabajo con algunas conclusiones sobre la realidad de muchos pastores y algunas propuestas para la Consejería Pastoral desde los aportes de la psicología, además algunos aspectos a considerar para establecer un programa de consejería en la iglesia.


Esperando que el trabajo pueda servir para despertar el interés sobre la Consejería Pastoral y ser una invitación a ampliar el dialogo, a profundizar la reflexión. A la vez seguir trabajando y desarrollando una pastoral contextualizada y una teología práctica pertinente a nuestros tiempos.




I. PSICOLOGÍA Y PASTORAL


MARCO TEOLÓGICO / HISTÓRICO DEL TRABAJO DE CONSEJERÍA PASTORAL



En este apartado trataremos los temas del fundamento bíblico que sostienen la Consejería Pastoral, los términos que describen la tarea de aconsejar tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. La iglesia como comunidad sanadora, en donde describiremos las funciones de la iglesia como agente sanador. Terminaremos con un vistazo histórico del desarrollo de la consejería, que nos dará el marco para una correcta interpretación y comprensión de la Consejería Pastoral.
FUNDAMENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO



El registro bíblico destaca las notables potencialidades de los seres humanos. Así tenemos que él salmista describe al hombre como creado en un nivel "poco menor que los ángeles" (Salmo 8:5). El relato de la creación asegura que estamos creados a la imagen o semejanza de Dios (Génesis. 1:27). El propósito de todo ministerio, afirma Clinebell, incluyendo de la Consejería Pastoral es la de facilitar el desarrollo de la personalidad única a semejanza de la divina. Que se había deteriorado con la "caída" (Génesis. 3), en donde se nos presenta el hecho de estar alienado de la imagen de Dios, es decir de nuestro desarrollo integral.






El Antiguo Testamento (AT) revela que la caída aliena, fragmenta la personalidad del ser humano pues corrompe las cuatro relaciones que hacen posible su vida así tenemos:



Primero, la relación del ser humano - Dios: la primera relación afectada por el pecado es la relación del ser humano con su Creador. Esta es la separación teológica(Génesis1:26,27 y 3:8).



Segundo, la relación del ser humano - ser humano: Génesis 3:12 nos revela la ruptura de la relación del ser humano con los demás. Esta es la separación sociológica (Génesis 2:18, 21-24 y 3:12).



Tercero, la relación del ser humano - naturaleza: otra relación afectada negativamente por la caída es la relación del ser humano con su entorno. Esta la separación ecológica(Génesis 1:28-31 y 3:14).


Cuarto, la relación del ser humano - sí mismo: es la última relación rota por el pecado, la relación consigo mismo. El pecado trae vergüenza, temor, engaño, iras, rencillas, angustia existencial. Esta es la separación psicológica(Génesis 2:19-20 y 3:10)


La presencia del pecado en el mundo trajo como consecuencia la separación integral del ser humano. Desde entonces, Dios se ha revelado progresivamente, en un momento habló por medio de sus siervos los profetas (Hebreos 1:1) y posteriormente en la persona de su hijo (Hebreos 1:2). En el Antiguo Testamento (AT) escogió a hombres y mujeres que trajeran al pueblo palabra de esperanza, exhortación, consuelo, aliento, ánimo y en ocasiones juicio. En el Nuevo Testamento (NT), Dios se hace hombre en la persona de Cristo y se une en la predicación del anuncio del Reino de Dios.


Dios ha estado siempre en la historia de la humanidad, no como un personaje expectante de la misma, Dios estuvo, está y estará participando de manera activa en la dinámica de los hombres. Por esa razón Dios usó el lenguaje de los pueblos, las costumbres, culturas y hombres para darse a conocer. Al hablar de un Dios que comunica se habla de un Dios que escucha; el escuchar es un proceso dinámico.


A lo largo del registro bíblico podemos ver la presencia de Dios Consejero, así tenemos algunos términos usados en el Antiguo Testamento. La palabra "consejo", aparece en dos connotaciones diferentes:



a) Ya´ats: que significa dar consejo, dirigir, planear, consultar unos con otros, consultar juntos, ser aconsejado (Éxodo 18:19; l Reyes12; 2 Samuel 17)



b) Yacad: da la connotación de establecer, encontrar, asignar, negociar, tomar consejo, ordenar, arreglar algo.(Josué 6:26; 1 Reyes 5:31, 6:37; Esdras 3:6,10,12; Isaías 14:32; Zacarías 4:9, etc.).



Otros términos con significado similar son:


· Dabar (Números 3:16)


· Yaats (2 Crónicas 25:16)


· Melak (Daniel 4:27); Sod (Salmo 55:14; 83:3)


· Eta (Daniel 2:14)


· Etash (Deuteronomio 32:28).






Cada uno de estos vocablos connotan la idea de acompañar activamente a alguien en crisis, en una situación crucial. En el Antiguo Testamento un buen consejo reposaba en el fundamento de un Dios soberano hablando a través de sus siervos






En el Nuevo Testamento la misión dei continúa por medio de Jesucristo. La práctica de Jesús provee un ejemplo claro de lo que debe ser la Consejería Pastoral. Así tenemos algunos principios que podemos rescatar de su ministerio:





a) En Cristo vemos encarnado el amor de Dios (Juan 3:16)


b) Vemos encarnado la búsqueda del necesitado, Jesús no sólo atendía a quienes le clamaban, sino que también tomaba la iniciativa cuando lo creía necesario (Lucas 15:1-7, Juan 10:1-21)


c) Jesús ministraba en forma integral, no sólo atendía las necesidades espirituales y psicológicas, sino atendía las necesidades físicas y sociales de la persona.


d) A pesar de su gran amor por las personas, esto no le impedía señalar y aun condenar el pecado con valentía y claridad, y en ocasiones llegando a emplear la denuncia pública


Algunos vocablos griegos que aparecen en el NT y que nos pueden abrir más el panorama sobre el trabajo en la Consejería Pastoral son:


a) Bouleuo: recibir consejo, resolver, tiene la connotación de escuchar y posteriormente tomar una decisión basada en lo escuchado.(Hechos 5:33, 27:39; Lucas 14:31; Juan 11:53, 12:10)


b) Sumbouleuo: en forma activa significa dar consejo, dar instrucción (Hechos 9:23)


c) Parakaleo: expresa "rogar", "exhortar", "animar", "confortar". La idea es de ruego urgente esperando un cambio de dirección, conducta mirando siempre hacia el futuro (Romanos 12:1, 15:30; Filipenses 4:2; 1 Tesalonicenses 4:10, 5:11; 1 Timoteo 1:3, 5:1; Hebreos 13:19, 22)


d) Noutheteo: literalmente significa "colocar en la mente de alguien", va relacionado con el acto de instruir, prevenir o llamar la atención. Conlleva la idea de confrontar al indisciplinado o a aquel que ha dejado lo previamente conocido (Hechos 20:31; Romanos 15:14; 1 Corintios 4:14; Col. 1:28, 3:16; 1 Tesalonicenses 5:12,14; 2 Tesalonicenses 3:15)


e) Paramutheomai: implica dar ánimo a aquel que está por desfallecer, flaquear, dar consuelo (Juan 11:19,31; 1 Tesalonicenses 2:11, 5:14)


Además del modelo que Jesús nos dejó, tenemos que enfatizar que después de su ascensión, tenemos a un agente central en el proceso de la Consejería Pastoral, a saber, la acción y el poder del Espíritu Santo. Del evangelio de Juan podemos desprender algunos aspectos resaltantes:





a) La teología juanina nos presenta al Espíritu Santo como el "consolador" por excelencia (Juan 14:16)



b) El Espíritu Santo continúa el ministerio educativo y pastoral de Jesús, ya que nos recuerda las palabras de Jesús y nos enseña "todas las cosas" (Juan14:26)



c) El Espíritu Santo es quien nos capacita para juzgar y discernir entre la conducta correcta, que lleva al desarrollo integral de la persona, y la errada que aliena y fragmenta al individuo (Juan 16:7-13).


En resumen podemos afirmar que la cooparticipación o ayuda del Espíritu Santo es lo que hace que los distintos componentes del proceso terapéutico de la Consejería Pastoral se desarrollen en forma coordinada.





Es preciso también considerar en esta sección la escatología. La mayor parte de los textos escatológicos se encuentran en porciones apocalípticas, tales como el libro de Daniel, los textos evangélicos sobre la segunda venida de Cristo (Mateo 24-26, Marcos 13 y Lucas 21), las epístolas tales como 1 y 2 de Tesalonicenses y 2 de Pedro y por supuesto en el libro de Apocalipsis. Es posible hacer relación entre la literatura apocalíptica y la Consejería Pastoral en dos aspectos:





a) La palabra "apocalipsis" significa literalmente "revelar", "develar", "quitar el velo"; esto nos recuerda que en la Consejería Pastoral hay momentos durante el proceso de "revelación" en los cuales Dios puede manifestarse de manera súbita e inesperada



b) Necesitamos recordar que el propósito principal de la literatura apocalíptica y la escatología bíblica es dar esperanza a un pueblo que sufre. Así tenemos las bellas palabras de apóstol Juan en el libro de Apocalipsis en donde afirma que llegará el día en que "enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos, ya no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron". La Consejería Pastoral busca anticipar este tiempo de esperanza y de consuelo. En síntesis podemos resaltar que la escatología debe darnos esperanza, pues afirma que el futuro está en las manos de nuestro Dios.



La cosmovisión bíblica deja notar claramente la alienación profunda y los quebrantamientos de los seres humanos, como así el deseo de desarrollar la imagen de Dios en la vida.


Basta con mirar la vida de los grandes profetas del Antiguo Testamento en cuyas vidas se conjugan las consecuencias de la caída y el deseo de llegar a la imagen de Dios. La concepción bíblica denota con claridad que a pesar de ser creado a la imagen de Dios el hombre, es finito, tiene grandes limitaciones y los quebrantamientos que le son propios, pero sin opacar sus potencialidades.



La vida abundante de la que nos habla Juan 10:10 es la manera bíblica de hablar de la salud integral centrada en el Espíritu o la restauración de la imagen de Dios en la persona


Podemos resumir la posición del ser humano con los siguientes lineamientos:





a) Es creado



b) Ha experimentado la caída desde un estado o condición original con consecuencias negativas


c) Ha sido redimido, dándose le la oportunidad de recuperar el intento original y actualizar sus potencialidades para lo cual ha sido creado.





Como creado, necesita reconocer la dependencia y arraigamiento en Dios. Como caído, necesita reconocer su necesidad de rescate y emplear su fe para establecer una relación con su redentor. Como redimido, necesita ver los alcances de tal redención, tanto de la cancelación de sus deudas, yerros, pecados; como de la participación de los efectos saludables: actualización de los dones y el servicio libre en el amor



Para una Consejería Pastoral efectiva es preciso tener una comprensión dura y realista del pecado humano y del mal. La visión bíblica ofrece una corrección saludable al optimismo superficial que a veces aparece dentro de las psicologías humanistas. La Biblia presenta la alienación del ser humano consigo mismo y con los demás, como enraizada en la alienación del amor de Dios.


Los pastores y los consejeros tienen un enorme potencial de recursos basados en la verdad bíblica, ya que pueden transmitir salvación en el contexto de pecado, esperanza en el contexto de desesperación, resurrección en el contexto de la muerte, gracia en el contexto del juicio y por sobre todo luz en el contexto de la obscuridad de la alienación humana.
II. LA IGLESIA COMO COMUNIDAD SANADORA



La iglesia se presenta en el contexto del Nuevo Testamento como una comunidad que cuida, sana y que permite el crecimiento. Es vista como el pueblo de Dios (2 Corintios 6:16):una comunidad decuidado, unida por un pacto con Dios; como el cuerpo de Cristo(Romanos 12:4-5, 1 Corintios 10:17): una unidad orgánica en la cual cada miembro tiene sus propios dones y ministerios singulares; y una comunidad del Espíritu Santo (Hechos 10:44-47): una comunidad redentora y sanadora por medio de la cual el Espíritu puede trabajar en un mundo muy necesitado. Estas marcas que distinguen a la iglesia como una comunidad sanadora es necesario considerarlos inseparables y enriqueciéndose mutuamente (1 Corintios 12:4-6; Efesios 4:4-6)



Las bases para un acercamiento terapéutico en el contexto de la iglesia como una comunidad sanadora las encontramos en 1 Tesalonicenses 5:11, 14:



Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, como lo hacéis, También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.



Los términos griegos son: parakaleite: "animaos", con énfasis consolador, aliciente y confortador; okodomeite: "edificaos", con énfasis en el crecimiento mutuo; noutheteite: "que amonestéis", con énfasis en advertir, en exhortar o confrontar unos a otros, especialmente a los ociosos y desordenados en su conducta; paramutheisthe: "que alentéis", con énfasis en proveer ánimo y aliento a los tímidos, desfallecientes o débiles en la fe y su práctica; antechomai: "ayudar" a los débiles que son personas reducidas por la persecuciones, o que caen ante la tentación.



Se refiere también a los débiles en ejercer su libertad en la gracia de Dios. Polischuk propone tener en cuenta estos términos y no reducirlo a un solo concepto como lo hace Jay Adams en su libro Capacitados para Orientaren donde pone especial atención sobre el término nouthesiso confrontación solamente.



La iglesia llega a ser una comunidad sanadora en la medida en que es auténticamente iglesia, es decir se constituye como sacramento con un triple sentido.



Primero, la iglesia está llamada a ser señal visible y clara que indica o apunta en la dirección de la salud y la salvación, y de las manifestaciones del reinado de Dios en el mundo y en la historia.



Segundo, también ha de ser símbolo e imagen (imago dei) que representa veraz y fielmente dicho reinado, y aún la vida misma de Dios. Y en tercer lugar, debe ser agente y medio de gracia, un instrumento mediatizador eficaz de la gracia divina en medio de la historia



En las estructuras y en el funcionamiento de muchas iglesias, en el mejor de los casos, la Consejería Pastoral es relegada a una sola persona o a los considerados expertos en la materia, privando de esta manera la visión grupal como posibilidad en el proceso terapéutico y de constituir de alguna manera a la iglesia como una comunidad sanadora. La comunidad o iglesia debiera propiciar la formación de grupos terapéuticos de diferentes índoles en el entorno que le toque estar.



Se debe afirmar que a través de toda la Escritura, Dios se revela interesado y comprometido en la creación y consolidación de un pueblo fiel, en cuyo seno ocurran relaciones de solidaridad y responsabilidad, es decir en la construcción de una comunidad terapéutica o sanadora.



Es importante recalcar que esta comunidad no es terapéutica o sanadora meramente porque sirve y sana a sus propios miembros, sino porque también ejerce una acción sanadora en el mundo. La iglesia es una comunidad terapéutica en la medida en que lo es el evangelio: porque da sentido y propósito nuevo a la existencia; ofrece un contexto de relaciones nuevas, donde predomina el amor fraternal; y da un sentido de pertenencia y arraigo comunitario o grupal (1 Corintios 12:25-26).




III: DESARROLLO HISTÓRICO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL



El cuidado pastoral tiene una larga y rica tradición, pero por los lineamientos del trabajo no será posible ahondar en este tema. Es preciso enfatizar que las personas que están en el trabajo de la Consejería Pastoral caminan en las huellas de una larga fila de pastores sensibles y dedicados que atraviesan los siglos hasta llegar a un joven carpintero judío, cuyas palabras y contacto trajeron sanidad y crecimiento a las personas del primer siglo.



En los primeros siglos de la iglesia, la Consejería Pastoral recibía el nombre de "cura de almas". Esto indicaba en algunos casos "sanar", pero comúnmente quería decir "cuidar" cuyo concepto incluía el concepto de sanidad como el concepto de crecimiento. La tradición de la Consejería Pastoral incluye a grandes ministros como Juan Crisóstomo, en el 380 d.C, daba sus consejos en una carta a una viuda joven; tales consejos trataban con aspectos globales de la conducta humana.



Los padres de la iglesia que residieron en Egipto, Siria y Palestina fueron buscados por los cristianos del cuarto y quinto siglo por sus consejos espirituales, como representantes de esta tradición tenemos a Póntico y Casiano. Gregorio el Grande, en el siglo VI, dejó principios de la Consejería Pastoral que fueron seguidos por más de mil años en la iglesia. Lutero, escribió acerca de sus catorce puntos de consuelo a los afligidos y cargados (1520). San Agustín, en sus confesiones introspectivas, nos ha dejado un modelo de autoanálisis o escrutinio propio. Los siglos XIV y XV fueron en general los tiempos de más énfasis en el cuidado de las almas por medio de la guía espiritual.



Los pastores puritanos, reconocidos como "médicos del alma", establecieron la primera escuela protestante de consejería bíblica, alrededor de 1560. El sermón constituía un medio de consejería para toda la audiencia. La predicación consistía en lo que hoy podría ser denominado consejería preventiva.



La conciencia jugó un papel clave en la consejería puritana. La clave para el funcionamiento de la conciencia era la ley revelada en las Escrituras y la piedad consistía en obtener y mantener limpia la conciencia delante de Dios mediante la obediencia a la Biblia.



Los puritanos enfatizaron la naturaleza humana como radicalmente defectuosa, caracterizada por la propensión a la maldad y su profundo rechazo de lo bueno. El centro del pecado consistía en autoadorarse; de allí que la solución ofrecida por los pastores era la mortificación, es decir, hacer morir las obras de la carne (Romanos 8:13). Los puritanos luchaban contra sí mismos para ganar cierto grado de dominio propio y producir una vida piadosa.



Así mismo la Consejería Pastoral incluye una larga lista de mujeres religiosamente motivadas, dedicadas a los necesitados, como AnneSeton, HarrietBeecherStowe, Jane Addams y Dorothy Day.



El florecimiento de este antiguo ministerio no debe de ninguna manera enceguecer a los consejeros y pastores ante la preciosa herencia de la Consejería Pastoral y con profundas raíces en la sabiduría del pasado. Dicho florecimiento resulta de la convergencia de cuatro corrientes:





a) El movimiento de capacitación para la clínica pastoral,


b) Una nueva concepción de los seres humanos gracias a las Ciencias Sociales y de las Ciencias del Comportamiento


c) El florecimiento de las psicoterapias contemporáneas


d) El interés creciente de la psicología en la psicoterapia.





El renacimiento de la Consejería Pastoral se inició a mediados de la década de los veinte con la contribución de Richard Cabot, AntonBoisen, Philip Quiles, Russell Dicks y otros que iniciaron el movimiento para la educación clínica pastoral. Boisen y Dicks, estos dos capellanes comenzaron a capacitar a seminaristas y pastores en los propios hospitales donde pastoreaban a personas en crisis y bajo una supervisión cuidadosa.



En estos primeros años y hasta la década de los cuarenta y los cincuenta por influencia del psicoanálisis la Consejería Pastoral se orientó más hacia las patologías. Sin embargo, en las siguientes décadas Carl Rogers8 influyó en la Consejería Pastoral llevándolo hacia el logro del equilibrio centrado en el crecimiento, aunque con tendencia a las entrevistas psicoterapéuticas formales y la perspectiva intrapsíquica como meta.



Teniendo este panorama de la Consejería Pastoral, los términos tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, la iglesia como comunidad sanadora y el desarrollo histórico de la Consejería Pastoral pasemos a ver los aportes de la psicología a la labor del pastor o consejero.









IV. PSICOLOGÍA Y CRISTIANISMO






En este apartado presentaremos la relación entre la psicología y la consejería pastoral, con una propuesta de integración entre ambas disciplinas.



Debemos aclarar que las perspectivas y contribuciones psicológicas, en este trabajo, han de considerarse como disciplinas diferentes de las interpretaciones teológicas, pero junto con ellas.


Además, todo el material psicológico debe usarse crítica y constructivamente dentro de nuestra comprensión y marco teológico más amplio. Es decir, debemos privilegiar los principios o fundamentos pastorales y bíblico-teológicos en la relación entre psicología y la teología; esto significa la aplicación del llamado "modelo de Calcedonia" con sus rasgos formales:





a) Diferenciación: es necesario que las disciplinas no se confundan o se cambien en forma reduccionista, por ejemplo interpretando toda conducta psicológica o teológicamente, sino que debe preservarse la integridad única de cada disciplina.





b) Unidad: ambas disciplinas se consideran lado a lado, sin división porque las dos presentan lecturas complementarias de la situación humana


c) Orden o asimetría: las disciplinas se relacionan en forma asimétrica, es decir con la prioridad conceptual de la teología sobre la psicología.





Además de este marco referencial, es de suma importancia que las personas involucradas en la Consejería Pastoral sean "bilingües"en el sentido de capacitarse adecuadamente en el uso de cada disciplina. Es preciso reconocer que ningún sistema psicológico responde a los postulados epistemológicos, antropológicos o la cosmovisión emanada de la Biblia.



En este trabajo las controversias y discrepancias entre las disciplinas no será posible profundizar por los objetivos propuestos, más bien haremos hincapié en los aportes que pueda brindar la psicología la Consejería Pastoral. Se presenta a modo de orientación o guía los modelos de relacionamiento propuesto por Carter entre la psicología y la religión. Carter analiza el hecho desde ambas disciplinas y lo llama modelo secular y sagrado respectivamente.




V. BASES ANTROPOLÓGICAS






Propondremos las bases antropológicas que sustentan y justifican la necesidad de la Consejería Pastoral. El concepto de hombre define el trazado del trabajo de la Consejería Pastoral, porque en la medida que se tenga en cuenta todos los aspectos implicados en la antropología será posible desarrollar un trabajo integral y no escindido, enfatizando sólo ciertos aspectos de la misma.



El ser humano es creado por Dios, tiene necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales; a la vez es un ser caído, pero con posibilidad de ser redimido, el tener en cuenta estos factores permite una Consejería Pastoral más efectiva. Polischuk nos presenta una lista que nos puede dar el panorama de lo que motiva a las personas a consultar o buscar ayuda:
Problemas personales, intrapsíquicos



Depresión
Sentimientos de culpa
Ansiedad
Temor
Vergüenza
Angustia
Preocupación
Ira
Estrés
Agotamiento, colapso
Adicciones al alcohol, a las drogas
Problemas de identidad sexual
Problemas de autoestima
Problemas interpersonales
Problemas familiares
Problemas matrimoniales
Disputas, querellas entre amigos
Problemas eclesiásticos
Problemas extra familiares, con agencias (escuela, policía, etc.)
Problemas situacionales
Problemas financieros
Crisis y catástrofes repentinas
Cambios drásticos en la composición de las unidades familiares y eclesiales



Problemas espirituales




Personales-doctrinales/interpretativos
Personales-habituales
Interpersonales-doctrinales/interpretativos
Interpersonales-ajuste en la comunidad






Estos motivos pueden ser agrupados según los factores presentes en los objetivos de aquellos que piden ayudan de la siguiente manera:





a) Perspicacia y entendimiento en relación a los problemas


b) Mejora en la comunicación interpersonal


c) Sostén y ayuda en tiempos de crisis


d) Cambios en la conducta indeseable y aprendizaje de lo adecuado


e) Actualización de potenciales humanos y espirituales, crecimiento y madurez






Esto nos lleva a considerar que la mayor parte de los problemas humanos son el resultado de una mezcla de factores psicológicos, sociológicos e históricos y el uso inapropiado de nuestra libertad (lo que la tradición bíblica llama pecado).


Por esta razón la Consejería Pastoral tiene una doble tarea:


a) La Consejería Pastoral debe identificar los problemas de desarrollo y los factores ambientales que han distorsionado el crecimiento de la persona


b) La Consejería Pastoral debe identificar aquellos patrones de conducta inadecuadas que responden a valores éticos y morales ajenos a la fe cristiana y que destruyen al ser humano.



Es contraproducente afirmar que todos los problemas psicológicos son, en realidad, manifestaciones de enfermedades físicas o consecuencias del pecado de la persona aconsejada, como lo afirma Jay Adams en su libro "La práctica de aconsejar":



La Biblia sabe que sólo hay dos categorías de causas para la vida estrafalaria:





a) Causas orgánicas


b) Causas no orgánicas.


Las causas orgánicas pueden ser hereditarias o adquiridas, por medio de accidentes, debido al pecado del individuo (abuso de drogas), etc. Los problemas no orgánicos están representados en las Escrituras como procedentes del pecado del aconsejado. No existe una categoría neutral o subcategoría que permita dificultades no orgánicas por las cuales el aconsejado no pueda ser responsable personalmente.



El pastor puede beneficiarse grandemente de los aportes de la psicología, especialmente de la psicología profunda (llamada así porque profundiza en las capas inconscientes de la mente). Ella ha enriquecido el conocimiento de la naturaleza humana en un grado extraordinario.



El pastor que rechace estos aportes de la psicología se empobrece en un extremismo tan peligroso como su opuesto, a saber, el abrazar cualquier aportación de la psicología sin una actitud crítica.


Autores como Freud, Jung, Fromm, Adler y otros, pueden enriquecer en gran manera nuestro conocimiento sin que tengamos que estar de acuerdo con ellos en todos sus postulados teóricos.



La carencia de una formación conceptual adecuada en el campo de la psicología puede inducir a consecuencias prácticas catastróficas. Citaremos algunos ejemplos a continuación.



Primero, confundir una esquizofrenia con una posesión demoníaca. Si no sabemos mínimamente qué es la esquizofrenia podemos confundirla con un problema de posesión.


La falta de este conocimiento básico ha llevado a algunos pastores a organizar sesiones de exorcismo, con resultados frustrantes, cuando lo más adecuado hubiera sido una consulta con el psiquiatra. El más perjudicado es siempre el poseso, causándole a veces daño emocional incalculable y duradero.



Segundo, confundir las dudas de una neurosis obsesiva con un pecado de falta de fe.Hay creyentes que no se atreven a participar de la Santa Cena porque en el momento de tomar el pan o el vino acuden a su mente blasfemias contra Cristo, o imágenes obscenas ofensivas a Dios.


Si el pastor no tiene una idea clara de que estamos ante un problema netamente obsesivo que requiere un tratamiento psicológico, se recomendará que participe en la Santa Cena hasta que desaparezcan estos "malos pensamientos". Lo mismo se da en relación a la seguridad de la salvación o al pecado imperdonable.



Tercero, confundir una personalidad depresiva, asténica, con un problema de pereza.A veces pueden ir juntos y que a la sombra de un problema depresivo puede esconderse un beneficio secundario (rechazar cualquier esfuerzo, todo lo que supone trabajo). Pero no siempre el depresivo es holgazán. Si se consigue mejorar esta depresión, en muchos de los casos la astenia es consecuencia de una personalidad depresiva, se logrará un mayor rendimiento de la persona.



Cuarto, confundir el miedo de la persona ansiosa con la falta de fe. "Si tuvieras más fe, no tendrías ese temor", es una frase común y que tiene validez en ciertos casos de problemática espiritual; pero no resuelve la angustia de una persona ansiosa que vive muchos momentos de su vida aplastada bajo el peso de los miedos irracionales e ilógicos. Estos ejemplos nos ilustran la importancia de los aportes de la psicología a la Consejería Pastoral. El conocimiento de estos temas nos facilitará en gran manera el poder ejercer nuestra labor como consejero de una manera más eficaz.



Es más saludable ver la vida como un proceso de desarrollo y mantenimiento de un adecuado nivel de ajustes físico, emocional y espiritual. Por ajuste entendemos el grado en que uno logra resolver bien sus conflictos y tensiones.








VI. NECESIDADES PERSONALES






Todas las personas tienen necesidades sociales, físicas, psicológicas y espirituales que deben ser satisfechas para que gocen de salud mental. Entre las necesidades sociales tenemos la necesidad de seguridad social, de aprobación, de tener amigos, de obtener éxito y de estar libre de menosprecio social. Además necesita sentirse seguro en cuanto a provisiones materiales, el medio de ganarse la vida, el lugar donde vive y la previsión del futuro.



Entre las necesidades físicas podemos citar la alimentación, la comodidad corporal y la de satisfacción sexual. Entre las psicológicas están la necesidad de divertirse, de tener libertad de acción y de poder luchar por la consecución de sus objetivos personales, aspiraciones e ideales. El no satisfacer estas necesidades pueden llevar a dos extremos, por un lado tiende a aumentar el deseo, llegando a ocupar el pensamiento y la actividad de la persona; y por otro lado puede llevar a actividades exageradas en otras esferas por ejemplo suplir la falta de amor de los amigos y familiares con abundante comida. (Hoff, 1981, pp.14-15).



Veamos algunas escalas de las necesidades humanas propuestas por algunos psicólogos. En primer lugar tenemos a Maslow, quien apuntaba a necesidades fisiológicas básicas que van cubriendo en orden ascendente hasta llegar a la autorrealización. Kalishdefine el mismo esquema que Maslow, pero introduce las relativas a la evolución del niño, como la necesidad de manipulación, de creatividad y de exploración. Otra jerarquización es la de Crabb, un cristiano, que básicamente estructura la misma pirámide, pero en la que la autorrealización, el estado a alcanzar sería según el concepto bíblico de madurez (1Corintios 2:6; Hebreos 5:14).






Por último presentamos lo propuesto por Virginia Henderson, que propone el siguiente modelo:







CUADRO 7 ESQUEMA DE LAS NECESIDADES BÁSICAS DE V. HENDERSON.



NECESIDADES BÁSICAS


DIMENSIONES



Respirar



Alimentarse e hidratarse


Biológica



Eliminar



Moverse y conservar buena postura


Psicológica



Dormir y reposar



Vestirse y desvestirse


Sociológica



Mantener temperatura corporal



Evitar los peligros


Cultural



Comunicarse con sus semejantes



Expresar sus creencias y valores


Espiritual



Ocuparse en su realización y autoestima



Recrearse



Aprender























Cada una de estas necesidades están interrelacionadas, es decir, no satisfacer una de ellas puede afectar otras áreas (Martínez y otros, 1993, pp.123-125).






Crabb afirma que la visión de las necesidades humanas debe comenzar por la comprensión de que el hombre está hecho a imagen de Dios. La mayoría de los síntomas psicológicos como ansiedad, depresión, problemas sexuales, miedos irracionales, etc., son resultado directo de unas profundas necesidades insatisfechas o son los intentos defensivos de acomodarse a tal insatisfacción (Crabb, 1977, pp.67, 70-71). De ahí la necesidad imperiosa que los pastores o consejeros trabajen con la sanidad interior de las personas, muchas veces las personas no pueden crecer espiritualmente a causa de eventos del pasado o recuerdos que atan a las personas.



Nunca debemos olvidar que cada persona es un ser único. Todo proceder o conducta humana tiene un propósito o meta, es decir, está motivada por múltiples y complejos móviles relacionados unos con los otros. Entendemos a la persona en la medida en que entendemos sus móviles y metas, que pueden ser inconscientes, motivadas por experiencias del pasado o por esperanzas del futuro, etc. (Hoff, 1981, p.15). Crabb resume que las necesidades personales son la necesidad de considerarse valioso o importante y la necesidad de seguridad que lleva a una valoración personal (Crabb, 1977, p.104; Crabb, 1983, p.45).




VII. LAS TRAGEDIAS, PÉRDIDAS Y CRISIS






Constituye parte de la vida de toda persona el tener tragedias, pérdidas o crisis en un determinado momento de la vida.






Por tragedias entendemos aquellos acontecimientos desafortunados que ocurren sin aviso previo y que afectan profundamente la vida. Así tenemos tragedias:


a) Naturales: inundaciones, sequías, terremotos, etc.


b) Familiares: muerte de un ser querido, separación, enfermedad, divorcio, etc.


c) Económicas: el desempleo, robos, etc.






Las pérdidasconstituyen la desaparición traumática de personas, bienes, posesiones, espacios y relaciones con las cuales se tiene un vínculo afectivo. Todo esto desestructura el modo de vida y es necesario una reestructuración psicológica y existencial.






Las crisis, son situaciones difíciles por la que atraviesan una persona, familia o una comunidad. Puede ser consecuencia de una tragedia, deterioro de relaciones interpersonales, dificultades económicas, por condiciones sociales, etc.










Por lo general una crisis va acompañada de pérdidas significativas. En todo proceso de la Consejería Pastoral es necesario valorar y tratar de forma creativa cada uno de estos eventos que se dan en la vida de las personas llevando consolación a los sufrimientos. (Inhauser y Maldonado, 1998, pp.27-30).






La crisis se define más por su dinámica y respuestas diversas antes que por su naturaleza en sí misma. Es un estado transitorio, pasajero de un evento que influye en la persona de tal manera que le imposibilita a accionar buscando una salida saludable y funcional. La meta en este sentido es el restaurar a la persona a un nivel funcional tan pronto como sea posible.



Toda crisis es una experiencia desagradable y común a todos los seres humanos. Su periodo de acción va de 4 a 6 semanas para recuperar el equilibrio. Todas las crisis presentan un proceso secuencial en su desarrollo. Afectan el ser integral, el sentido de la vida junto con sus valores son removidos. La persona es asediada con preguntas por significado y propósito en la vida. Tales como "¿por qué si Dios es tan bueno permite que me suceda esto a mí?", "¿tiene sentido seguir viviendo?". El ignorar estas preguntas resulta en crisis posteriores; temas como la esperanza, fe, dolor, sufrimiento, crecimiento y significado son relevantes y dignos de tratar (Palomino, s.f., pp.5-7).



A continuación presentamos la repercusión de algunos eventos en la vida de las personas y algunos recursos claves para cada situación, que el pastor o consejero necesita saber para tratar o derivar al lugar más indicado.



Las crisis o reacciones suelen ser más pronunciada cuando el dolor ha sido suprimido. Algunas personas son capaces de poner su dolor en "suspenso" para ocuparse de problemas más inmediatos. Esto puede funcionar bien por un tiempo, pero más adelante la persona puede empezar a manifestar una serie de malestares físicos y psicológicos, como infecciones de carácter leve, depresiones y adicciones.






Los aniversarios y otras fechas significativos pueden ser momentos de gran tristeza para la gente que ha perdido a alguien importante en su vida. La psicología en este sentido indica a los consejeros de la importancia de tomar conciencia de los aniversarios, cumpleaños y otras fechas claves como navidad, año nuevo para aquellas personas que han sufrido la muerte de un ser querido o un familiar. Otros acontecimientos de la vida como nacimientos y bodas, pueden desencadenar excesivas reacciones de dolor. Hasta pérdidas menos importantes pueden despertar recuerdos tristes y dolorosos que hacía tiempo que se habían olvidado (Hough, 1999, p.168).






Las tragedias, las crisis o las pérdidas producen tensión en la vida. Esta tensión depende de las vivencias y experiencias personales, un mismo evento no tendrá el mismo efecto en todas las personas.








VIII. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA CONSEJERÍA PASTORAL




ELEMENTOS EN EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA






En todo trabajo de Consejería Pastoral existe un proceso en donde están implicados algunos elementos como: cuáles son las metas de la Consejería Pastoral, cuáles son algunos mitos con lo que viene el que busca ayuda, cuáles son los pasos o los elementos indispensables en toda Consejería Pastoral, existen técnicas o tipos de Consejería Pastoral; cuáles son los límites de la Consejería Pastoral. Todas estas interrogantes serán tratadas a continuación.




QUÉ ES LA CONSEJERÍA PASTORAL






Empecemos por clarificar qué es la Consejería Pastoral, que nos llevará a determinar sus metas. Algunas definiciones:






"Es un ministerio de ayuda, esto presupone un individuo que enfrenta algún tipo de confusión, frustración o desesperación y una segunda persona dispuesta a ayudarle analizando la situación del aconsejado" (MacArtur, 1996, p.86).






"Busca promover el bienestar y carácter maduro de las personas, ayudando a tales a entrar en una experiencia más profunda y significativa de relación, adoración y servicio a Dios" (Polischuk, 1994, p.249).






Palomino (1996, p.6) citando a tres autores da su definición: es un proceso continuo antes que un producto terminado. Es un vehículo que lleva al individuo a una madurez integral, lo cual es presentado en la Biblia. Debe animar y estimular al individuo a un estado de desarrollo de interdependencia e integración consigo mismo, su prójimo y con Dios.






En cada una de estas definiciones vemos elementos comunes como el atender, asistir, asesorar, afirmar, ayudar, etc. La Consejería Pastoral es el encuentro de dos personas, una de las cuales expone una situación para recibir una aclaración, una palabra de aliento, una solución. El que reclama la ayuda supone que el otro tiene los conocimientos adecuados y está capacitado para darle la ayuda necesaria.






La Consejería Pastoral se diferencia de la terapia por la atención que se presta a personas relativamente normales, a pesar de que se hallen perturbadas por serias dificultades o crisis religiosas o existenciales.






Para entender la misión y significado de la Consejería Pastoral, es necesario ubicarla en el contexto y la misión de la iglesia. La dinámica de la consejería puede ayudar a la persona a superar las alienaciones consigo mismo, con los demás y con Dios. Por ello incluye todos los conceptos teológicos del mensaje cristiano, a saber, pecado y salvación, culpa y perdón, juicio y gracia, muerte espiritual y nuevo nacimiento.






La Consejería Pastoral es una actividad religiosa por:





a) Sus efectos: el resultado de una consulta exitosa es un crecimiento en las relaciones interpersonales y con Dios


b) Su filosofía: reconoce a Dios como último agente de curación


c) Sus instrumentos: se desarrolla en un contexto de ágape, es decir de aceptación incondicionada


d) Sus fuentes: extrae su contenido de la Biblia y de la tradición cristiana


e) Sus agentes: el pastor, los miembros son siervos de Dios


f) Su objetivo: tiende a profundizar las relaciones de la persona con Dios. (Zsentmártoni, 1994, pp.85-86).








IX LA SINGULARIDAD DE LA CONSEJERÍA PASTORAL






La singularidad de la Consejería Pastoralse deriva de:






La capacitación del pastor: en teología, ética, religión, psicología.


La función simbólica y social del pastor: es una figura religiosa que suscita gran cantidad de sentimientos, tienen confianza en su persona y en su capacidad como consejero.


El contexto y el lugar: habitualmente se desarrolla en el ámbito de la iglesia, con lo cual la persona queda inmersa en el contexto de los fieles.


Las fuentes religiosas: el pastor o consejero aplica medios especiales como la escritura, la oración.


El objetivo final: el crecimiento espiritual.


Disponibilidad del pastor: los miembros o feligreses saben que el pastor siempre está disponible a cualquier hora de día o de noche. Le proporciona a los miembros "24 horas de servicio".


El consejo es gratis: además de un ahorro, el feligrés obtiene ayuda que de otro modo sería imposible obtener.


Aspecto sobrenatural: ambos, tanto el pastor como el aconsejado reconocen que lo sobrenatural está disponible para la solución de los problemas humanos.
LÍMITES DE LA CONSEJERÍA PASTORAL






Los límites de la Consejería Pastoral se derivan de la situación y misión del pastor como:


a) El tiempo, el pastor desempeña varias actividades, no sólo la consejería, lo que le impide dedicarse a tiempo completo


b) La capacitación del pastor, por lo general no es suficiente para poder enfrentar los problemas graves de perturbaciones psíquicas


c) Su función, como representantes de valores religiosos y éticos puede representar un obstáculo para algunas personas que se presentan afligidas por la culpa


d) Vergüenza del feligrés, muchos feligreses tienen vergüenza de revelar los problemas de su vida a quien quizás los han considerado ejemplos de cristianos victoriosos (Szentmártoni, 1994, pp.86-87; Hamilton, 1975, pp.35-36).
METAS AL ACONSEJAR






Al realizar toda actividad dentro de la Consejería Pastoral, la pregunta impostergable es ¿cuál es la meta de la Consejería Pastoral, a qué queremos llegar con el aconsejado? El desafío bíblico es la madurez integral del hombre expresado en Efesios 4:13 que afirma "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida y estatura de la plenitud de Cristo". Los dos vocablos claves en este verso son: "conocimiento" (epignosis gr.), y "perfecto" (teleios gr.). En el primero, el conocimiento está centrado en la interrelación guardada entre el sujeto y el objeto, este es el tipo de relación a la cual Dios nos invita a participar, la segunda implica el aspecto ético, como consecuencia de la primera, es decir el ideal, el propósito, la meta. La meta en la relación cristiana es la madurez, el crecer (Palomino, 1996, pp.9-10).






Collins afirma que la Consejería Pastoral puede tener una variedad de metas, de las cuales sólo algunas pueden aplicarse a cualquier situación de consejería. El consejero cristiano en diferentes momentos se ocupará en ayudar a otras personas a:






Cambiar actitudes, acciones o valores









Aprender habilidades por ejemplo: cómo relacionarse adecuadamente con otras personas, cómo comunicarse, cómo estudiar u orar
Reconocer y expresar sentimientos, como ansiedad, temor, soledad o ira
Entender las causas de los problemas
Tomar responsabilidad por cambios de conducta y de actitudes
Reconocer el pecado, confesar lo y experimentar el perdón de Dios
Tomar decisiones inteligentes
Aceptar ayuda o estímulo y algunas veces dar apoyo a otros










Reconocer y tomar alguna clase de acción con relación a algunos problemas futuros que pudieran surgir; y Crabb afirma que muchos de nosotros damos prioridad no al hacernos semejantes a Cristo, sino al hallazgo de la felicidad. La felicidad personal debe considerarse un subproducto, no la meta principal. La felicidad está supeditada a la meta de agradar a Dios en todo momento; la meta principal de Consejería Pastoral es la promoción de la madurez y envuelve dos elementos:





a) Obediencia inmediata en situaciones específicas


b) Crecimiento a largo plazo del carácter. La madurez está en gran manera en dependencia del adecuado entendimiento de la justificación, que constituye la base de toda vida cristiana.






Muchos demuestran actividades o conductas que están motivadas por un deseo de aprobación de alguien y con ello ser aceptados; la doctrina de la justificación nos afirma que somos aceptados por Dios, esto necesariamente nos lleva a una actitud de agradecimiento a él. (Crabb, 1983, pp.19-20).






Algunas metas dentro de Consejería Pastoral son:






Facilitar cambios en las personas que buscan maneras mejores de ser, hacer las cosas, de pensar y de sentir.
Guiar al aconsejado a tener un panorama claro y realista del proceso de consejería.
Adaptarse a situaciones difíciles.
Reducción de ansiedad, es decir que re-dirija su energía hacia la solución de sus problemas inmediatos.
Ayudar a prevenir/disminuir conductas destructivas, uno puede responder ante un problema en forma pasiva reprimiendo y otra manera agresiva proyectando su dolor con frustración, enojo hacia alguien. La Consejería Pastoral debe ayudar a explorar tales conductas y orientarlo saludablemente.
Lograr una mayor objetividad acerca del problema, buscar disminuir la subjetividad a través de la clarificación del problema y la relación del aconsejado hacia el problema.
Ayudar a establecer metas a corto, mediano y largo alcance.
Guiar a la persona a asumir responsabilidad entre él y la situación, es preciso que la persona asuma el compromiso por el daño causado a sí mismo y a otros.
Explorar y encontrar los recursos dados por Dios, la función del consejero es ayudar a explorar los recursos proporcionados por el creador, a fin de que la persona descubra el plan de Dios para su vida
Propiciar una dependencia y una interdependencia integral, ayudar a que el aconsejado dependa saludablemente de Dios y a la vez confiar en los recursos internos, siendo esta la base para su interdependencia con otros en su comunidad terapéutica.
Estimular el crecimiento individual con expresión comunitaria, la Consejería Pastoral debe guiar y orientar al crecimiento saludable como un medio y no como un fin en sí mismo.
Ayudar al asesorado en momentos de crisis o de angustia.
Mejor concepto de Dios y una semejanza en Cristo en actitud y comportamiento.









(cf. Hoff, 1981, pp.16-17; Hamilton, 1975, pp.18-19; Polischuk, 1994, p.248; Palomino, 1996, pp.10-12).






Polischuk (1994, p. 249) resume bien lo expresado anteriormente y afirma que la meta principal de Consejería Pastoral es el de proveer el bienestar integral y el carácter maduro de las personas, ayudando a tales a entrar a una experiencia más profunda y significativa de relación, adoración y obediencia a Dios. El objetivo no solo brota con los problemas personales, interpersonales o situacionales inmediatos, sino también con los aspectos del pasado y futuro.






Recordemos que el marco teórico de la Consejería Pastoral no es de tipo psicológico, la meta no es hacer del pastor un pequeño psicólogo, ni de la iglesia un grupo de terapia. Es posible recibir mucha ayuda de la psicología, las herramientas que nos pueden ofrecer deben ser vistas como instrumentos y no como referencias.






Según Brammer y Shostrom (1961, pp.501-502) la diferencia principal entre psicología y la Consejería Pastoral reside en que el psicólogo trabaja generalmente según las suposición humanista, es decir que los valores definitivos son racionalmente determinados y se fundan en el hombre mismo. En cambio el pastor empieza con una serie de suposiciones basadas en la ley divina.



La meta no es tener pequeños psicólogos, sino grandes pastores porque la aspiración de una iglesia no es la salud ni la realización personal, sino el crecimiento a la imagen de Cristo; es decir la Consejería Pastoral es Cristo céntrica en su modelo y eclesiocéntrica en su aplicación. (Martínez y otros, 1995, pp.54-55).
Algunas ideas erróneas o equivocadas que circulan en el contexto de nuestras iglesias son:




"El verdadero cristiano nunca tiene crisis"
"Todo problema emocional es producto del pecado"
"Dios me está castigando"
"Problemas emocionales, falta más oración"
"Falta más consagración al Señor o la iglesia".








En el contexto latinoamericano uno de los conceptos que prevalece es que Dios castiga de forma punitiva y no correctiva (Palomino 1996, pp.7-9).






Cada uno es estos mitos obedecen a un intento de espiritualizar todo, que debemos a una herencia de interpretaciones teológicas que necesitan ser corregidas a la luz de una adecuada concepción antropológica que nos lleven a consideran los distintos aspectos del ser humano.






El pastor o consejero con la ayuda de la psicología puede desmitificar muchos de estos conceptos arraigados en nuestra sociedad, proveyendo una interpretación adecuada a la situación vivida por la persona, y no ir a ninguno de los extremos de espiritualizar todo o de psicoanalizar todo.








X. ELEMENTOS INDISPENSABLES EN EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL






Necesitamos hacer la salvedad de que no es posible presentar una fórmula única para la Consejería Pastoral, que logre las metas propuestas, sin embargo existen algunos principios o elementos que pueden ayudar durante la práctica de la Consejería Pastoral.




FORMAS DE COMUNICACIÓN






A continuación expondremos algunas formas de comunicación, según Hough(1999, pp. 42-44), que son claves en todo proceso de Consejería Pastoral.






La comunicación o interacción que tienen lugar en la Consejería Pastoral, son diferentes a cualquier tipo de comunicación que se da en otros contextos, ya sea familiar o entre amigos, debido a que en la Consejería Pastoral el foco principal de la comunicación es el aconsejado, y los problemas que él está viviendo. Es fundamental que el consejero en todo tipo de ayuda preste especial atención a todos los aspectos de comunicación del aconsejado, tanto verbal como no verbal. Además de prestar total atención es necesario también que el consejero sepa responder de una manera que ayude y anime al aconsejado, esto no será posible si el consejero no comprende qué es lo que el aconsejado pretende decir, por medio del lenguaje, los gestos, tono de voz y todos los aspectos verbales y extra verbales.



La comunicación verbal: nos provee gran cantidad de información prestando atención a la manera en que el aconsejado expresa sus ideas, así como el contenido real de lo que está diciendo. El tono de voz, hablar alto o bajo, la información y el ritmo, a menudo estos aspectos nos dicen más de lo que está pensando la persona, que las mismas palabras que ha elegido.






El silencio es muy importante en la Consejería Pastoral porque a menudo en esos intervalos el aconsejado hace importantes asociaciones mentales, el consejero debe respetar el silencio y resistir la tentación de romperlo haciendo cualquier tipo de observación.



Comunicación no verbal: aprender a observar la comunicación no verbal del aconsejado es esencial en la Consejería Pastoral, porque por medio de la cara, la postura, los gestos va expresando emociones muy fuertes, que tal vez no pudo decir con palabras. La cara es la zona del cuerpo en donde se hace más evidente la expresión de los sentimientos.



Postura, que puede comunicar muchas actitudes como timidez, miedo o incomodidad. Estas actitudes se manifiestan por lo general cuando el cuerpo del aconsejado está desviado o alejado del consejero. Cuando existe tristeza o una conducta sumisa se nota si la cabeza está baja, los hombros descolgados y se evita mirara a los ojos. Cuando el aconsejado cruza firmemente los brazos y piernas, puede indicarnos cierta vulnerabilidad, o miedo a abrirse.


La disposición de las sillas o asientos es importante que sean de la misma altura y modelo, no deben estar tan cerca entre sí que resulte incomodo, se deben colocar ligeramente ladeadas, para permitir la oportunidad mirar otro lado de vez en cuando.



Contacto visual, mirar demasiado a los ojos tiende a poner nerviosas a muchas personas, especialmente cuando le da la sensación que se están mirando fijamente. Se necesita cierta técnica por parte del consejero para mantener el grado correcto de contacto visual. Ya que esto depende en gran medida de las necesidades individuales del aconsejado y de su tipo de respuesta. Los aconsejados evitan mirar a los ojos cuando están deprimidos, o cuando experimentan sentimientos de culpabilidad, vergüenza o abandono.






En general mirar a los ojos indica interés y está asociado con los turnos de intervención durante los intercambios verbales. Será de mucha utilidad para el pastor aprender a ajustar el grado de contacto visual en la Consejería Pastoral.



Expresión facial, las primeras impresiones que obtenemos de otras personas se basan por lo general en observaciones tomadas de la cara y de las expresiones que ella nos muestra. De ahí surge la necesidad que los consejeros tomen conciencia de sus propias expresiones faciales y de su efecto sobre el asesorado.






Las personas quienes buscan ayuda a menudo se sienten asustados, aprensivos o con malestar general, y procuran determinar hasta qué punto el pastor es accesible, abierto y acogedor. Estas actitudes de ayuda no enjuiciatoras se perciben por medio de la cara, al igual que el aburrimiento, la impaciencia, la falta de interés, la falta de comprensión. Nuestras caras pueden transmitir nuestros pensamientos más íntimos, por ello resulta prácticamente imposible querer demostrar interés que no existe en realidad. Recordemos que hay más posibilidad que el consejero demuestre las respuestas propicias cuando siente un verdadero interés por el aconsejado y existe escucha activa (Ibíd., pp.45-46).






Gestos, por lo general son excesivo y molesto, y constituye un problema asociado a estar nervioso, principalmente el principiante en la Consejería Pastoral. La ansiedad, la tensión y la intranquilidad padecida por los consejeros principiantes y el de los aconsejados que acuden por primera vez a consulta pueden contribuir a exagerar la gesticulación, y esto a su vez puede crear un ambiente de desasosiego que es sentida tanto por uno como por otro.






Feldman ha presentado una larga lista de las peculiaridades del lenguaje y gestos corporales, así como sus "significados". En el mejor de los casos es necesario reconocer que son aproximaciones fundamentales relativas a las conductas humanas sumamente idiosincráticas. Así tenemos:




Cabeza erguida: autoestima, confianza en sí mismo, valentía.
Cabeza inclinada: humildad, resignación, culpa.
Tocarse la nariz: ansiedad, pánico escénico.
Tos artificial: crítica, duda, sorpresa, ansiedad.
Cruzar los brazos sobre el pecho: sentirse apresado con una camisa de fuerza (Shertzer y Stone, 1968, p.443).








Tocar, dentro de la Consejería Pastoral es más problemático que en otras profesiones como peluquería o medicina. Porque hay asesorados que han vivido traumas que están en relación directa con haber sido tocados de mala manera, por ejemplo maltratos físicos y sexuales, por lo cual esta clase de comunicación aunque bien intencionada resulta inaceptable y hasta amenazante.






Una breve caricia en la mano puede indicar afecto y empatía a algunos asesorados, especialmente si se sabe escoger el momento oportuno y el consejero lo siente realmente. A pesar de esto existe siempre el problema de la elección del tiempo oportuno o conveniente porque puede ser interpretado como exceso de confianza, o que está sexualmente interesado por ellos.



Se debe recordar que el tocar va a depender de las experiencias en la vida y del tipo de comunicación que se haya dado en las familias y las diferencias culturales tanto del consejero como del asesorado (Hough, 1999, pp.46-47). Estos aspectos de la psicología como la comunicación verbal y la no verbal resultan de valor incalculable dentro de la Consejería Pastoral si son tenidos en cuenta por el consejero, y puede facilitar en gran manera su función de ayuda.



Escucha activa, dentro del proceso de comunicación un elemento esencial es la escucha activa. Es un proceso activo que exige esfuerzo y concentración, así como la capacidad de dejar nuestras preocupaciones de lado. Debemos tener presente que escuchar y oír no son la misma cosa; comúnmente oímos las palabras dichas sin comprender en realidad el mensaje global de lo que nos quieren comunicar.






El acto de escuchar activamente envuelve: percepción suficiente y solución de los propios conflictos a fin de evitar la libre expresión de los pensamientos y sentimientos del aconsejado evitar expresiones verbales y no verbales disimulados de desprecio o juicio con relación al contenido o la historia del aconsejado, se da cuando ofende la sensibilidad del consejero aguardar pacientemente durante períodos de silencio o lágrimas, cuando el asesorado profundice en asuntos penosos y haga pausas para reunir sus pensamientos y recuperar su compostura.





a.Usar los ojos y oídos para captar los mensajes trasmitidos por el tono de voz, postura y otras pistas no verbales.


b. Evitar desviar los ojos en cuanto el aconsejado habla.


c. Limitar el número de excursiones mentales en las propias fantasías.


d. Controlar los sentimientos en relación al aconsejado que pueden interferir con una actitud de aceptación, simpatía, no haciendo juicios anticipados, y


e. Comprender que es posible aceptar plenamente al aconsejado sin aprobar o sancionar las actitudes o los comportamientos destructivos para él o para otros (Collins, 1984, p.22).






Saber escuchar anima al asesorado a hablar con mayor libertad, ya que esto demuestra no sólo respeto por el contenido de lo que está diciendo sino también por los sentimientos y las experiencias que se esconden detrás de las palabras.






Hough, dice que es conveniente recordar para una escucha activa que:





a) Cuando escuchamos con cuidado a las personas somos más capaces de percibir con más facilidad sus puntos de vista, esto se basa en la empatía.


b) Los prejuicios, las ideas preconcebidas y las actitudes inquisitivas ponen barreras a nuestra capacidad de escucha


c) Pensar en lo que diremos cuando el otro deje de hablar mina nuestra capacidad de escuchar


d) Tratar de resolver mentalmente los problemas de los clientes impide que el consejero pueda escuchar como conviene


e) Durante la escucha activa, se procura comprender las ideas, sentimientos, experiencias y creencias del que habla esto requiere gran concentración


f) Entre los aspectos no verbales que facilitan la escucha activa están: mirar a los ojos, hacer señales con la cabeza en señal de aliento, adoptar una postura cordial y abierta inclinándose ligeramente en dirección al asesorado (Hough, 1999, p.51).






La psicología recalca la importancia del hecho de saber escuchar. Toda persona que quiera trabajar en consejería tiene que estar consciente que gran parte de su trabajo consistirá en escuchar, de ahí la necesidad imperante de saber escuchar.






Modelo básico de intervención psicoterapéutica


A continuación presentamos un modelo que consta de cinco fases o etapas que serán muy útiles para responder a las personas necesitadas:






Rapport, se refiere al clima de confianza, aceptación y confidencia que crea el consejero para facilitar el diálogo. Para ello es necesario minimizar las barreras físicas, de clase social, de sexo, edad, cultura, etc. de tal modo que el aconsejado se sienta comprendido y aceptado. La creación de un ambiente con máxima receptividad se vuelve indispensable cuando alguien es referido o enviado, es decir no viene por su propia cuenta.



Catarsis, se da cuando el aconsejado comparte lo que le afecta, incluye la expresión verbal y la gestual-corporal, generalmente se dan fuertes cargas emotivas en esta parte del proceso. Pueden aparecer dolor, angustia, ansiedad, desesperación que pueden estar acompañados con lágrimas, silencio y otras manifestaciones. La destreza básica del consejero en su rol es la de escuchar con profundidad y máxima atención.



La tarea del consejero en esta fase es la de reflejar los contenidos ayudando al aconsejado en su proceso de poner fuera de sí lo que le molesta con sus cargas emocionales y existenciales; se debe poner especial atención en el cambio de voz, posición de las manos, el rostro, el movimiento de los ojos, las palabras cargadas de expresión, etc., para descubrir las cargas emocionales.






En esta fase resulta clave aceptar a la persona con sentimientos tales como ira, dolor, confusión, frustración, etc. Se debe evitar la interrupción prematura evitando de esta manera que la catarsis prosiga hasta vaciar los contenidos básicos de la tensión. La fase de catarsis es fundamental para el proceso de Consejería Pastoral ya que ofrece los contenidos básicos para trabajar con la tensión o problema (Schipani y Jiménez, 1997, p.53).


Algunos aspectos que pueden facilitar la catarsis son:



Evitar las preguntas para obtener información más allá del mínimo requerido para obtener datos esenciales. Las preguntas informativas tienden a hacer que la persona oculte sus sentimientos;



Hacer preguntas sobre sus sentimientos, por ejemplo ¿ cómo se sintió cuando le gritó, le engañó?



Responder más bien a sentimientos que a contenidos intelectuales, es preciso reflejar los sentimientos, usando palabras emotivas. Ejemplo: "Se sintió acomplejada por lo que pasó", "Eso le habrá molestado mucho".



Observar los caminos que llevan un nivel emocional de comunicación. Pueden ser palabras emotivas, emoción en la voz o cara, demasiada protesta o quejas, auto contradicciones. Responder a esto suele llevar a niveles más profundos de sentimientos.



Estar particularmente abierto para descubrir sentimientos negativos, son los que se reprimen con mayor frecuencia y los que más hace falta traer a la luz psicológica en el proceso de la Consejería Pastoral.



Evitar tanto la interpretación prematura como el consejo prematuro. Ambos tienden a bloquear la apertura de los sentimientos (Tinao, 1976, pp.104-105).



Diagnóstico Preliminar, la tercera fase del proceso es el diagnóstico preliminar que consiste en darle nombre al conflicto con ayuda del aconsejado, el llegar a diagnosticar es de suma importancia ya que constituye la base para el plan de acción a desarrollar posteriormente. La persona aconsejada debe indicar si está de acuerdo o no con el diagnóstico. En esta fase se tiene la oportunidad de repasar los contenidos básicos de la catarsis; resulta iluminador para el aconsejado darse cuenta de lo que comunica y cómo lo hizo, todo diagnóstico preliminar debe ser realizado con la participación activa de la persona aconsejada. No debemos olvidar que no es posible hacer diagnóstico finales con facilidad, porque trabajamos con seres humanos.






Plan de acción, constituye la cuarta fase del proceso de la Consejería Pastoral. En este nivel se está trabajando con probables maneras de manejar el conflicto desde la persona aconsejada. El consejero guía en el diseño del plan de acción en pasos.






Para el desarrollo del plan el consejero orienta y adiestra al aconsejado en la mejor forma de manejar los conflictos. A la vez está disponible para acompañarle y para revisar las estrategias. Es necesaria que cada estrategia sea evaluada identificando las probables consecuencias de cada paso antes de ejecutar el plan. Esto permite al aconsejado examinar, cambiar o fortalecer su estilo de manejo de conflictos o tensiones. Debe ser constante la invitación a mantener la apertura a la dirección divina durante el proceso.






Seguimiento, es la quinta y última fase del proceso. Por medio de estrategias subsiguientes el consejero puede verificar el desarrollo del plan de acción. Es decir, el consejero colabora en la revisión del plan, refuerza el crecimiento y guía en la exploración de nuevas estrategias. Esta fase provee el tiempo para profundizar en la problemática y en todo el proceso. La tarea del consejero es dar apoyo, confrontar, estimular y acompañar a la persona dependiendo del progreso alcanzado en el desarrollo del plan de acción. El seguimiento resulta de importancia para evaluar la gestión del consejero y para tomar la decisión del adecuado referimiento35 del caso si fuere necesario (Schipani y Jiménez, 1997, pp.53-56).






La relación terapéutica crece a medida que el consejero se despoja de sí mismo para estar con la persona agobiada. Esto significa concentración para escuchar, sentir y relacionarse. Cada una de estas actividades resulta fundamental en todas las fases del proceso de la Consejería Pastoral.


El consejero en vez de preocuparse en lo que va a decir o hacer después, debe concentrar sus energías a sentir y a estar con la persona en una viva relación humana (Tinao, 1976, p.96).






El acercamiento a una necesidad expresada por el aconsejado requiere un enfoque integral. Todos los ámbitos de la persona están afectados tanto su cuerpo, su mente, su espíritu, como sus relaciones en la familia, en el trabajo, entre sus amigos y con Dios van a reflejar la situación problemática que le afecta. Clinebell señala seis elementos o facetas que están interrelacionadas entre sí, así tenemos:





a) Potenciar la mente


b) Revitalizar el cuerpo


c) Renovar y enriquecer las relaciones íntimas.


d) Profundizar la relación personal con la naturaleza y la biósfera


e) Crecer con las instituciones significativas


f) Profundizar y vivificar la relación personal con Dios (Clinebell, 1995, pp.35).






Este modelo básico de intervención psicoterapéutica puede trae mucho beneficio para la labor pastoral como consejero proporcionándole orden y secuencia para su intervención pastoral. Ahora pasemos a ver algunos factores que pueden obstaculizar el proceso de la Consejería Pastoral.




FACTORES QUE PUEDEN PERJUDICAR EL PROCESO DE LA CONSEJERÍA PASTORAL






En todo proceso de la Consejería Pastoral existen factores que pueden perjudicar el proceso, así tenemos:






Los rodeos y las resistencias, por regla general las personas al principio no presentan con franqueza y claridad el propósito de su visita al consejero.


Esto puede deberse a que se siente incómoda y no saben cómo iniciar la conversación del problema, o dudan en divulgar su problema, porque se siente insegura, tiene miedo a ser censurada, no ser comprendidos o que violen su confianza. Generalmente sondean la actitud del consejero antes de traer a luz las cosas íntimas. Otros no saben exactamente cuál es su problema. Conviene no molestarse cuando el aconsejado muestra resistencia36, más debe preguntarse el consejero "¿he formulado demasiadas preguntas?, ¿lo he juzgado o censurado?, ¿trato de imponerle mis ideas?, ¿lo he comprendido bien?, ¿he procurado defenderme?, ¿lo aceptado tal como es?"(Hoff, 1995, pp.65-66).






Además es importante considerar que los aconsejados tienen vergüenza de revelarlos problemas de su vida a quien quizás lo ha considerado ejemplo de cristiano victorioso. Aunque el pastor o el consejero no tengan un concepto tan alto de perfección para sus miembros, ellos a veces piensan que sí lo tiene.






El miedo a ser desenmascarados que el problema sea revelado a otros por la imprudencia de los pastores o consejeros, impide recibir la ayuda que necesita el aconsejado. La falta de preparación del pastor o consejeroes la debilidad más grande del Consejería Pastoral, en muchos casos el pastor, que a veces oficia de consejero, no tiene la preparación clínica que lo introduzca a los problemas humanos en los niveles más profundos (Hamilton, 1975, pp.35-37).






Los silencios, el temor de todo consejero nuevo o inexperto son los silencios o las prolongadas pausas en la conversación, son motivo de tensión y desconcierto tanto para el consejero como para el aconsejado. Las pausas proporcionan al aconsejado la oportunidad de pensar y reflexionar sobre su problema. Por regla general las percepciones a que llegan los aconsejados en estos momentos tienen efectos duraderos, pues ellos son los que han descubierto y se esforzarán para aplicarlos. Los silencios pueden deberse a que la persona tenga vergüenza de seguir contando su historia o a dar los detalles.



Quizás tenga miedo de perder el control de la voz, y esté buscando lo que convenga decir o relatar. Si se prolonga demasiado se puede preguntar suavemente ¿por qué se ha callado? o algo acerca del tema.



El silencio es muy importante en la Consejería Pastoral porque a menudo en esos intervalos el aconsejado hace importantes asociaciones mentales, es esencial que el consejero respete los silencios y debe "acompañar" al aconsejado que está en silencio resistiendo la tentación de romperlo haciendo observaciones o dando cualquier tipo de información (Hough, 1999, pp. 42-44)






Reveses, y el deseo prematuro de cortar la ayuda, el aconsejado a veces se siente tan aliviado de expresar sus sentimientos y de traer a la luz su problema que piensa que todo está solucionado. Pero cuando vuelve el problema, se siente desanimado y desilusionado. Tiene vergüenza de volver junto al consejero si este le ha dicho que su problema ya fue solucionado.






La gran pregunta es qué hacer cuando es obvio que la persona corta la ayuda prematuramente. Es preciso respetar el derecho del aconsejado a tomar decisiones, pero conviene aclararle que la puerta está abierta para que vuelva si no está resuelto el problema. Cuando se presentan los reveses o recaídas, el consejero debe apoyar al asesorado y animarlo a seguir procurando la solución del problema. Pocos son los problemas que se resuelven de la noche a la mañana (Hoff, 1995, pp.66-68).


Clinebell (1995, pp.92-93) sugiere que pueden reducirse las finalizaciones prematuras:





a) Expresando interés activo en trabajar con la persona para resolver su problema,

b) Explicando por qué son necesarias varias sesiones de asesoramiento


c) Dando a conocer cualquier expectativa realista de la forma que la Consejería Pastoral puede ayudar a disminuir el sufrimiento y aumentar sus satisfacciones


d) Darle a la persona algo definido durante la primera entrevista, puede ser un resumen de la situación desde la perspectiva del consejero, un folleto para leer o algún "deber para realizar en casa"


e) Al final de cada sesión evaluar el desempeño de ambos, preguntar ¿qué le pareció nuestra conversación?


f) Si las expectativas iníciales del asesorado son poco realistas, es recomendable ir cambiando gentil y gradualmente y no abruptamente


g) Negociar un contrato que incluya un acuerdo por parte del aconsejado para concurrir durante un número mínimo de sesiones tiende a reducir la finalización prematura. El saber que tiene un número limitado de sesiones también alienta al asesorado a trabajar duro sobre sus problemas desde el comienzo.






Estos factores psicológicos como los rodeos, las resistencias, los silencios parte de todo proceso del consejería, deben ser conocidos y ante todo manejado por el consejero con el fin de cumplir con su objetivo, el de ayudar a las personas








XI. MÉTODOS EN LA CONSEJERÍA PASTORAL






Cada persona es única y cada problema es único. No se puede meter en un molde todos los problemas y resolverlos de la misma manera. Por ello se presentará a continuación unos métodos o técnicas que pueden ser de mucha utilidad para el pastor o el consejero, lo cual permitirá atender la diversidad de situaciones problemáticas que se pueden dar dentro de la Consejería Pastoral.






El vocablo castellano técnicase deriva de la palabra griega techneque significa habilidad. Existen miles de técnicas en consejería. Por ello es necesario hacer algunas salvedades en relación a las técnicas:






Las técnicas están ligadas a la teoría y la filosofía del asesoramiento, es decir lo que un asesor hace o dice refleja directamente o indirectamente su teoría y su filosofía.


Las técnicas pueden interpretarse como una invención personal en el sentido que funciona para un individuo en particular en un momento específico, según sean sus atributos y su formación.


Las variables en la Consejería Pastoral que es preciso manejar son infinitas, complejas y en constante cambio.



Los consejeros eficaces adoptan su repertorio de técnicas al problema potencial y al individuo de que se trata (Shertzer y Stone, 1968, pp.403-404).


Teniendo en cuenta esto veamos algunos tipos de Consejería Pastoral.




TIPOS DE CONSEJERÍA PASTORAL






Existen diferentes tipos de acercamientos o métodos para la resolución de una situación así tenemos Consejería Pastoral:





De apoyo, consiste en prestar ayuda y dar aliento en tiempo de necesidad o crisis;


De confrontación, busca confrontar a la persona su pecado o determinada situación dificultosa y a controlarlos. No se debe confundir con juzgar a otros.


Educativa, consiste en proporcionar información que se precisa y enseñarlo cómo hallar información por su cuenta en el futuro (por ejemplo: consejería prematrimonial, matrimonial y familiar, también cuestiones teológicas o bíblicas).


Preventiva, busca detectar los problemas antes que surjan o prever que un problema se agrave.


Espiritual, pretende clarificar y hallar soluciones a los problemas teológicos, enseñar a crecer espiritualmente y encontrar significado y propósito en la vida.


De grupo, puede ser familiar o por problemas en común. Así tenemos Alcohólicos Anónimos, recién casados, solteros. El consejero actúa como jefe de grupo, participante y observador al mismo tiempo.




ALGUNAS TÉCNICAS PSICOTERAPÉUTICAS PARA LA CONSEJERÍA PASTORAL






Algunas de las técnicas que pueden beneficiar la tarea del pastor o consejero para ofrecer ayuda, dirección o consuelo son:






Prestar atención, el consejero debe tratar de poner toda su atención al aconsejado, esto lo hará por medio del contacto visual, mostrando interés y comprensión, con una postura relajada y con gestos naturales no excesivos


Escuchar, es un proceso activo que requiere de habilidades específicas y de práctica como se ha mencionado anteriormente.


Responder, no se debe pensar que el consejero escucha y nada más, debe estar atento y listo para guiar, reflexionar, preguntar, confrontar, informar y apoyar.


Enseñar, cada una de estas son formas especializadas de la educación psicológica. El consejero es un educador enseñando por medio de la instrucción, del ejemplo, guiando mientras el aconsejado aprende a enfrentar los problemas de la vida (Collins, 1984, pp.21-24; McDowell y Hostetler, 2000, pp.21-22).


Hacer preguntas, saber hacer preguntas es una técnica que requiere práctica, que bien utilizadas pueden traer grandes beneficios a la Consejería Pastoral. Los tipos de preguntas, la forma en que se hace, el momento, el tono de voz que se utiliza y el contexto en el cual se hace la pregunta determinarán el modo en que el aconsejado ha de responder a la pregunta.






A continuación citamos algunos de los tipos de preguntas:






Cerradas, este tipo de pregunta suelen requerir un "si" o "no" por respuesta o una muy concreta, así tenemos: " te gusta tu trabajo, ¿quieres irte?, ¿cuánto tiempo viviste allí?".


Abiertas, permite al asesorado ampliar y ver con claridad importantes cuestiones que le preocupan y tal vez necesite algo de reflexión; tales como "podrías decirme algo más al respecto, ¿en qué se diferencia esto de la rutina de antes?, ¿de qué modo ha cambiado la situación desde entonces?".


¿Por qué?, las preguntas que comienzan con por quéson problemáticas en la Consejería Pastoral, con frecuencia son difíciles o imposibles de contestar. Suenan a acusación y acaban poniendo a la defensa a los aconsejados. Además puede provocar malestar al asesorado por no saber qué responder y a su vez podría volverse al orientador para pedirle su conocimiento "experto" sobre el tema. Ejemplo: "Por qué estas deprimida".


Capciosas, pretende obtener una contestación determinada, así tenemos "¿no es una buena idea?; ¿se siente tu esposa mal por tu conducta?, el pastor sabrá lo que hace, ¿verdad?".


Múltiples, es hacer más de una pregunta al mismo tiempo, sólo sirven para confusión. El consejero pudiera preguntar: ¿cuándo decidiste? ¿Dónde fuiste? ¿Estabas lejos?






Además están las retóricas, rompe hielo, que promueven el pensamiento crítico, hipotéticas, facilitadoras, etc. (Hough, 1999, pp.83-89).


Todos estos elementos mencionados como la forma de comunicación, las preguntas y los lineamientos generales sin son tenidos en cuenta han de facilitar en gran manera la tarea del pastor en el proceso de la Consejería Pastoral.






Existen otras técnicas como el reflejo de sentimientos, la reformulación de contenidos, así como el resumir que explicamos a continuación.






Reflejo de sentimientos, Rogers ha definido esta técnica como un "intento de comprender las cosas desde el punto de vista del cliente y de comunicar lo que se ha comprendido". Es el intento del consejero por mostrar que comprende correctamente lo que dice o siente el asesorado. Se busca mostrar como un espejo las actitudes del aconsejado de manera tal que sea posible esclarecerlas y comprenderlas.


Puede utilizarse también un reflejo que cumpla una función de resumen, es decir el consejero trata de reunir en un solo enunciado varios sentimientos expresado por el aconsejado.


Brammer y Shostrom han dado las siguientes razones por las cuales son efectivas las técnicas de reflejo para alcanzar las metas en la Consejería Pastoral:






a) El reflejo ayuda al individuo a sentirse profundamente comprendido


b) Hace que el lugar de la evaluación se traslade al asesorado


c) El reflejo adecuado permite al asesorado entender que tiene la posibilidad de elegir d) Esclarece el pensamientodel asesorado de modo que es posible ver con mayor objetividad su situación


e) Ayuda a examinar sus motivos profundos. En síntesis las técnicas de reflejo incluyen el destacar y reconocer los sentimientos expresados, repetirlos y reformularlos; y por último resumir el contenido de lo que se ha dicho.(Shertzer y Stone, 1968, pp.410-413; Hough, 1999, pp.61-65).






Reformulación de contenidos, las incitaciones del consejero tendientes a reformular el contenido de las comunicaciones del asesorado tiene por objeto lograr un entendimiento ya sea repitiendo simplemente la comunicación, o reformulándola con ligeras modificaciones, debe apartarse lo menos posible de la formulación del cliente.






La reformulación es un aspecto del reflejo. Existen ligeras diferencias entre reformulación que es el proceso de expresar en otras palabras el contenido de lo dicho por el asesorado. Sin embargo, el reflejo de sentimientos repite la esencia de lo que ha dicho el asesorado centrándose en los sentimientos que hay detrás de las palabras (Szentmártoni, 1992, p.90; Hough, 1999, pp.65-67; Shertzer y Stone, 1968, p.410).






Resumir, en la Consejería Pastoral es especialmente útil como una "respuesta puente", es decir para conectar las sesiones de consejería entre sí. En este sentido es sumamente útil cuando se hace al final de una sesión y al inicio de la siguiente.


El objetivo del consejero al resumir es reformular, reflejar o reactivar una serie de afirmaciones que el aconsejado ha hecho en el transcurso de una sesión o a diversos momentos de la sesión. Los asesorados raramente hablan de manera estructurada, con frecuencia las afirmaciones son incongruentes, inconexas y carentes de una visión general o de conjunto.






Estas técnicas psicoterapéuticas aportan elementos de trabajo al consejero con el fin de facilitar el proceso terapéutico de la Consejería Pastoral. Todas estas técnicas cumplen una función esencial en la entrevista que tratamos a continuación.






Entrevista


La realidad de la consejería de muchos pastores y líderes es una simple charla de amigos sin muchos resultados en aquellos que vienen a precisar de su ayuda. En muchos casos sin marco de orientación y sin encuadre en su aconseja miento, además de escuchar y orar (importantes y necesarios) no sabían que más hacer o decir.


Esto nos mueve a proponer un modelo de entrevista que ha de ayudar al pastor en el proceso deConsejería Pastorala aumentar su efectividad general en la orientación de personas necesitadas.






Antes de la entrevista


Es menester preparar la sala y disponer lo necesario para que el tiempo reservado para la consejería esté libre de interrupciones. A continuación el consejero debe repasar todos datos con que se cuenta del entrevistado, sería vergonzoso confundir el problemas de la persona con el de otra. El aconsejado puede interpretar que sus problemas no son prioridad en la mente del consejero.






Durante la entrevista


Es bueno que al comienza de la entrevista exista un momento social, es decir un momento de presentaciones, algún comentario que ayude a "romper el hielo" y a sentirse más cómodos. Se puede hacer comentario sobre el viaje, el tiempo, etc.






Contrato, puede ser escrito o verbal. En el contrato se ha de especificar el número de las sesiones, la duración, la función del consejero, lo que se espera del asesorado. Además el sistema de registro que se ha de utilizar y el carácter confidencial de las entrevistas.






Motivo de consulta, se pregunta al aconsejado qué es lo que lo trajo, porqué vino, ha de describirse con detalle y en forma textual su preocupación mayor o más acuciante.


Puede darse el caso que el aconsejado no tenga en claro el motivo. Que su motivo de consulta sea vago, que presente muchos motivos, de ahí surge la necesidad de que el asesorado elija el motivo de consulta más importante y no el consejero.






A veces los aconsejados traen segundos motivos de consulta para "probar" al consejero, quieren saber hasta donde el consejero tiene la capacidad para ayudarlo o si va a ponerse en lugar de juez. El consejero no debe mostrar cara de asombro, horror o temor frente a las confesiones. De esta manera trasmite seguridad y contención, siendo esto un elemento terapéutico que permite al asesorado poder contar todo lo que le sucede.


Cuando la entrevista es a una pareja se debe preguntar a ambos acerca del motivo de consulta, puede ser que coincidan o no. Si existe discrepancia se debe preguntarles por cuál motivo o preocupación quieren empezar a trabajar. (Stamateas, 1997, pp.11-18; Collins, s.f., pp.20-21).






Historia y circunstancias del motivo de consulta, cuando se tenga en claro el motivo de consulta, el siguiente paso es indagar:






Desde cuándo sucede, esto nos puede indicar la cronicidad del problema, un problema atacado inmediatamente es de mejor pronóstico.






Cómo comenzó, se le pide que describa como comenzó, en qué momento de su vida, dónde estaba, qué hacía, dónde estaban sus familiares, etc.


Porqué creen que les pasa lo que les pasa, nos permite saber qué interpretación le ha dado al problema que tiene. Los aconsejados pueden tener hipótesis o teorías equivocadas sobre su problema, como "Dios me está castigando o tomando venganza".






Porqué consultan ahora,nos da el elemento desencadenante, el último aspecto que les motivó a pedir ayuda.






Soluciones intentadasque no resolvieron el problema en muchos casos son "el verdadero problema" ya que permite que el problema se perpetúe además de no servir para nada. Es importante concentrarnos en las partes sanas de las personas, es decir en las soluciones y en su capacidad, y no sólo en los problemas.






Expectativas sobre el consejero, se le pregunta qué espera de nosotros, en qué piensan que podemos ayudarlos, qué podríamos hacer para resolver los problemas (Stamateas, 1997, pp.18-24).






Durante todo el proceso de la entrevista es preciso escuchar con gran atención, observar con gran cuidado el lenguaje verbal, como el no verbal. No se debe temer al silencio, el consejero debe preguntar con sabiduría.






Aprender a responder es cualidad esencial de la Consejería Pastoral.Porter ha sugerido cinco maneras de responder convenientemente, empleados por consejeros: evaluativo, interpretativo, sustentador, exploratoria o escrutadora y compresivo.






Después de la entrevista





Cuando ha salido el asesorado el consejero deberá tomar algunas notas y evaluar la entrevista de modo resumido. Esto facilitará el trabajo para las siguientes sesiones.






También puede formularse ciertas hipótesis sobre el problema o las posibles soluciones según los datos proporcionados por el asesorado (Stamateas, 1997, p.25).


Todos los aportes de la psicología necesariamente deben conjugarse de una manera creativa y de acuerdo a las necesidades personales del asesorado con el fin de llevar el mayor provecho. Estos pasos en la conducción de la entrevista es un aporte esencial de la psicología que aplicado por el consejero puede guiar al aconsejado a la solución de su problema, y no limitarse sólo a una charla informal y sin estructura. Con el fin de dar una orientación general y a modo de síntesis presentamos algunos aspectos prácticos para la Consejería Pastoral.






Algunos aspectos prácticos para la Consejería Pastoral


Citamos seguidamente algunos aspectos a considerar en el proceso de la Consejería Pastoral:






El aconsejado debe recibir un cálido y cordial recibimiento por parte del consejero. Esto comprende darse la mano, mirar adecuadamente a los ojos y llamarle por su nombre, indicándole la silla en la que puede sentarse.
Debe ser llevado en un ambiente privado y confortable la Consejería Pastoral.
El aconsejado debe saber la hora de las sesiones, su duración y la frecuencia que deben asistir a ella.
El asesorado debe saber en qué forma le van a poder ayudar y cuánto ha de poner de su parte para ayudarse a sí mismo.
La confidencialidad y los límites de la misma han de ser discutidos con el asesor
Los aconsejados deben estar informados del tipo de registro (grabaciones, apuntes) que se harán en las sesiones y las causas que lo motivan.
El aconsejado debe saber de antemano del tiempo de las sesiones. Una buena idea es que haya un reloj en la consulta, visible para ambos.
Es preferible que no haya teléfono, pero si lo hay es necesario hacer los arreglos para que no suene hasta que haya acabado la sesión.
Los muebles deben estar dispuestos de manera confortable y acogedora, evitando la existencia de barreras físicas como mesas o pupitres entre ambos. Pero es muy útil tener cerca una mesita con una caja de pañuelos de papel por si alguno de los asesorados se emociona y rompe a llorar.
Además de las condiciones externas mencionadas es preciso que el consejero sea muy consciente de sus creencias, sus valores, de la aceptación y de la comprensión o no hacia el asesorado.
Debe establecer el rapport, la empatía.
Las sesiones no deben extenderse demasiado, entre 45 minutos y 1 hora es lo ideal (Hough, 1999, pp.53-54; Nuñez, 1998, p.102; Shertzer y Stone, 1968, pp.379-398).












XII. USO DE LA BIBLIA






La utilización de recursos espirituales se considera como parte de la intervención de la Consejería Pastoral dando lugar a las disciplinas como la lectura de las Escrituras, la oración, meditación, comunicación eclesial, la participación de los sacramentos y el ejercicio de los proporcionados por la comunidad. El uso de estos recursos no proporciona una respuesta mágica de los anhelos del aconsejado. (Polischuk, 1994, pp.345,346).






Dentro de estos recursos la Biblia ocupa un lugar privilegiado en la Consejería Pastoral, ya que lo moldea e informa. Lo moldea ya que es la fuente de nuestra creencia, valores éticos y religiosos que guían nuestra vida. Le informa al ofrecer parámetros que nos guían en el proceso de interpretación pastoral. La Consejería Pastoral es una de las expresiones de la interpretación pastoral, ya que se traduce en una hermenéutica en el cual el consejero ayuda al aconsejado a interpretar su propia historia y a desarrollar estrategias para cambiar el rumbo de su vida. (Schipani y Jiménez, 1997, p.37).






Podemos identificar ciertos principios bíblicos que han de regir el uso de la Biblia en la Consejería Pastoral:






PERTENENCIA:Las necesidades y situaciones particulares del aconsejado han de guiar el uso de la Biblia. Clinebell, dice que debemos preguntarnos antes del uso si es significativo ya que esto demuestra respeto por los sentimientos y creencias de la persona (Clinebell, 1995, p.131).






SENSIBILIDAD:El uso de la Biblia debe reflejar sensibilidad ante las limitaciones físicas, emocionales y espirituales de la persona aconsejada.



TRANSFORMACIÓN: Es preciso que la Consejería Pastoral sea consciente del poder transformador de las escrituras. El consejero debe emplear metodologías que le permitan identificar y evaluar el efecto del texto bíblico en el proceso de laConsejería Pastoral(Schipani y Jiménez, 1997, pp.37-38).






Polischuk (1994, pp.347-349) afirma que el uso de las escrituras en la Consejería Pastoral puede tomar varias formas:






Directa; en donde el consejero en forma natural hilvana las expresiones escriturales como parte de su intervención. Si ha de usarse cita directa de las Escrituras es preciso que el consejero esté seguro que su exégesis es seria, veraz y según los buenos principios de la erudición. Fácilmente el que asesora puede dar a entender sus propias filosofías apoyadas por lo que a él le parece que "Dios dice"; el consejero debe atenerse al sentido gramatical, histórica y contextual de las Escrituras.






Indirecta:se da cuando se usa de manera metafórica, alegórica o simbólica con el fin de dar ilustraciones análogas, para proporcionar un marco de referencia para la intervención.






Principios escriturales:de manera sintética y basado el consejero en la inducción puede dar a entender principios de la Biblia que denotan temáticas amplias como la gracia, el perdón, la acción sanadora del Espíritu Santo, etc. En lugar de citar una decena de versos y de explicar durante la sesión, se apela a la presentación de los principios basados en la intuición inductiva.






Otros métodos que pueden orientar al consejero en el uso de la Biblia en la Consejería Pastoral está:






Modelos bíblicos de Consejería Pastoralidentifica cómo los distintos tipos de literatura bíblica guían el proceso de consejería. Así, provisto por los Salmospara establecer empatía con la persona aconsejada. El uso proverbial,se usa en la Biblia de manera directiva para confrontar, buscando un cambio en la conducta. El uso parabólico,que explora el poder transformador del Evangelio, en especial de las palabras de Jesús.






El uso temático de las Escrituras: ya sea para organizar los pensamientos sobre el problema planteado o como guías en el proceso de diagnóstico.






El modelo bíblico narrativo: en este modelo el aconsejado se identifica con algunos de los personajes de las muchas historias bíblicas (Schipani y Jiménez, 1997, pp.38-40).






Es importante recordar que la Biblia puede emplearse equivocadamente en la Consejería Pastoral, pueden los pastores citarlos de manera legalista para afianzar su decaída autoridad, manipular para que los asesorados se ajusten a una moral rígida, y justificar actitudes que restringe la vida en los temas como sexualidad y divorcio (Clinebell, 1995, p.136). Los recursos espirituales sumado a los aportes de la psicología puede beneficiar en gran manera el proceso de la Consejería Pastoral.








XIII. REQUISITOS DEL BUEN CONSEJERO






Muchas veces la Consejería Pastoral se vuelve ineficaz porque el consejero no tiene en claro su papel o responsabilidad. Algunas áreas potenciales de confusión de sus funciones son:






a) Visita en lugar de consejería, la visita es un intercambio mutuo y amigable de información, pero la consejería es una conversación centralizada en un problema con el fin de ayudar al aconsejado






b) Desprecio en lugar de simpatía, algunos consejeros clasifican, rotulan rápidamente a las personas como "cristiano carnal", "divorciado", "sanguíneo" y según esa clasificación confrontan con un consejo rígido






c) Condenas en lugar de ser imparcial






d) Sobrecarga la sesión, querer hacer demasiada cosas en una sesión






e) Envolverse emocionalmente en vez de permanecer objetivo (Collins, 1984, pp.30-31).






Teniendo en cuenta estas áreas potenciales de confusión en la labor de la Consejería Pastoral veamos algunas de las características que debe reunir el consejero.








CARACTERÍSTICAS






Algunas características que deben reunir el pastor o consejero son:








Debe ser tratable, social y accesible,
Capacidad de ser sensibles a las necesidades de las personas,
Entender las motivaciones de la naturaleza humana y de la conducta,
Conocer sus propias potencialidades y limitaciones,
Dominar sus propios deseos, sus sentimientos y sus frustraciones,
Saber las técnicas de consejería,
Disponer de tiempo para dedicar al ministerio de CP,
Saber guardar secretos,
Ser empáticos, no posesivos,
Ser espiritual, etc. (Hoff, 1980, pp.20-21).








Los aportes de la psicología sumados a los recursos espirituales del consejero y estas características harán posible que la Consejería Pastoral sea más efectiva en ofrecer la ayuda necesaria para las personas que sufren y en la ayuda hacia un desarrollo integral. Seguidamente presentamos algunos peligros para los consejeros.








XIV. PELIGROS PARA LOS CONSEJEROS






Existen algunos peligros en la Consejería Pastoral, que cuando son tenidos en cuenta se corre menos riesgo de caer en estas dificultades que podrían dificultar la eficacia de la consejería. Así tenemos:





a) El exceso de confianza en la información dada por una de las partes, principalmente en la consejería matrimonial, tensión entre padres y adolescentes, en este sentido una tarea impostergable es escuchar a ambas partes


b) Adelantarse a sacar conclusiones


c) Poner demasiado énfasis en la confrontación, es importante confrontar en algunas ocasiones, pero también enseñar, orar, alentar, preocuparse unos por los otros, etc.


d) Involucrarse demasiado, por causa de la compasión y sensibilidad


e) Intimidad con el sexo opuesto


f) Fallas en la confidencialidad


g) Un ministerio fuera de balance, llegando a descuidar otras responsabilidades


h) Reducir los problemas y las soluciones a ciertas "recetas" (Collins, 1982, p.208).




ÉTICA EN LA TAREA DE ACONSEJAR


La palabra ética designa el estudio de la conducta moral y de la cuestión fundamental que constituye el bien y el mal comportamiento. Todo consejero debe tener especial interés por sus responsabilidades y obligaciones éticas.


Algunas normas generales para laConsejería Pastoralson:



Confidencialidad, esto equivale a que el material obtenido en las entrevistas no debe ser comunicado sin el permiso del interesado. Es conveniente dejarle en claro el carácter confidencial de lo hablado en las sesiones antes que empiece el proceso de Consejería Pastoral.


Cuando está en peligro la vida del aconsejado, o de terceros no se debe garantizar la confidencialidad absoluta, también de esto debe estar en conocimiento el asesorado.






Evitar los contactos físicos, lo mejor por lo general es evitar tocar a la persona que busca ayuda. A veces se inician complicaciones emocionales, sexuales o de otra especie (por lo menos en la persona atendida) cuando se permiten contactos físicos.



No usar a los asesorados para satisfacer nuestros propios deseos, la curiosidad del mismo consejero, sus deseos sexuales, o la necesidad de que alguien dependa de uno, influye a menudo en la labor del consejero.



No forzar, ni presionar al aconsejado a continuar las sesiones, reconozca que tiene sus propias limitaciones, parte de la ética del consejero o pastor es derivar a un especialista

(Collins, s.f., pp.37-38).


Dentro de la ética del consejero es preciso mencionar la transferencia y contratransferencia que son conceptos centrales en la Consejería Pastoral.




LA TRANSFERENCIA






Designa la tendencia común de transferir ideas, creencias y actitudes del pasado al presente, y de lo particular a lo general. En la terminología psicoanalítica es la disposición sentimental del asesorado hacia el consejero. Puede presentarse de manera positiva como amor, afecto y estima; y de manera negativa como odio, miedo, de humillación. Estos sentimientos se vuelcan sobre el consejero sin que el mismo haya dado ocasión a ello. (Szentmártoni, 1994, p.103; Hough, 1999, pp.210-215).
LA CONTRATRANSFERENCIA






Podría describirse como lo opuesto a la transferencia, es decir pertenece al consejero y le afecta a él en lugar del asesorado. Los consejeros también son susceptibles a los sentimientos, creencias y actitudes provenientes de sus propias relacionas pasadas.


En este sentido los problemas sin solucionar y las necesidades sin respuesta del propio pastor o consejero pueden contaminar el proceso de la consejería.


Si el consejero tuvo un padre muy autoritario, al tener personas solicitando su ayuda con las características parecidas o iguales al modelo paterno, el consejero hará una contratransferencia despertando en él sentimientos tal vez no deseados, o recuerdos que pueden contaminar u obstaculizar su trabajo.




DERIVAR






Parte de la ética del consejero es derivar a otras personas o profesionales cuando sus recursos no puedan ayudar al aconsejado. La derivación no ha de ser entendida como un fracaso pastoral, sino más bien porque se desea lo mejor para la persona. Para ello es necesario conocer los recursos con que cuenta la comunidad, ya sea instituciones, profesionales, servicios privados y estatales, etc.



QUIÉNES SON LAS PERSONAS QUE NECESITAN SER REFERIDAS






Aquellas que pueden ser ayudados más efectivamente por otra persona; con problemas para los cuales hay agencias especializadas en la comunidad; que la ayuda pastoral no les es efectiva después de cuatro o cinco sesiones; cuyas necesidades obviamente superan el tiempo o el entrenamiento que tiene el pastor; con necesidades financieras crónicas. Agencias de bienestar público tienen trabajadores sociales entrenados para intervenir en estas crisis.






También las personas que necesitan cuidado médico u hospitalización; que necesitan psicoterapia intensiva; que uno duda de la naturaleza de su problema; que están severamente deprimidos o suicidas y aquéllas con las cuales el pastor tiene reacciones negativas severas o atracción sexual intensa.


Además personas que:




Que creen (sin ninguna base en la realidad) que otros están tratando de hacerles daño, asaltarles sexualmente, o influenciarles en formas extrañas.
Tienen sueños de grandeza sobre ellas mismas.
Exhiben cambios bruscos en los patrones típicos de su conducta.
Tienen alucinaciones, escuchan voces y sonidos no existentes, o que alegan ver cosas y personas que no existen o que murieron.
Tienen ideas rígidas y grotescas y que no pueden ser influenciados por la lógica,
Observan patrones repetitivos de acciones compulsivas o de pensamientos obsesivos.
Están desorientados (inconscientes del tiempo, lugar, o identidad personal).
Están deprimidos al punto del estupor o que observan conducta agresiva.
Están retraídos en su propio mundo y que han perdido interés en las actividades normales de la vida.








A DÓNDE REFERIR






Para responder a esta pregunta es necesario primero reunir un archivo de recursos comunales donde pueden ser referidos. A la vez desarrollar relaciones con agencias sociales y profesionales de la salud mental. Al pastor le sería muy útil contar con un listado de instituciones para derivar por ejemplo niños maltratados, abuso sexual, maltrato familiar, problemas de aprendizaje, adictos, etc.
CÓMO REFERIR






Para ello es preciso tener en cuenta algunos aspectos básicos como los que citamos a continuación.




Crear esta expectación en la persona.
Mencione la posibilidad de ser referido en las primeras sesiones de consejería.
Comience con la percepción que la persona tiene de su problema y el tipo de ayuda necesitada.
Trabaje para llevar la percepción que usted tiene del problema de él o ella y sus soluciones lo más cerca posible del futuro consejero, para que el referido sea exitoso.
Ayude a resolver la resistencia emocional que pueda tener la persona contra el nuevo consejero o la agencia recomendada.
Interprete la naturaleza general del tipo de ayuda que la persona puede recibir, relacionándola con la necesidad que tiene.
Establezca una relación de rapport lo suficientemente fuerte para que sirva como un puente por el cual pueda pasar para establecer la nueva relación.
Estimule a la persona para que realmente vaya al profesional o a la agencia recomendada.
Asegure a la persona que su cuidado pastoral y preocupación continuará después de ser derivado.






CONCLUSIÓN





El trabajo presenta como la Psicología puede ser de utilidad a la Consejería Pastoral.
La iglesia constituye el contexto y referencia para el trabajo de la consejería. La consejería es una de las labores fundamentales del pastor o consejero.
Tiene como meta principal el de proveer el bienestar integral y el carácter maduro de las personas, ayudando a tales a entrar a una experiencia más profunda y significativa de relación con uno mismo, con los demás y con Dios.
En la relación entre psicología y la teología debemos privilegiar los fundamentos pastorales y bíblicos.
Todo el material psicológico debe usarse crítica y constructivamente dentro de nuestra comprensión y marco teológico más amplio.
Es preciso reconocer que ningún sistema psicológico responde a los postulados teológicos, epistemológicos, antropológicos o la cosmovisión emanada de la Biblia.
La psicología ofrece una ayuda muy válida a los pastores aportando nociones, métodos y técnicas para un mejor conocimiento de los demás; y a establecer las condiciones de éxito en la forma de guiar la consejería.
En el plano operativo, la psicología puede suministrar la aplicación personal de ciertos principios y ciertas técnicas psicoterapéuticas.
Los aportes de la Psicología proveen al pastor enfoques de la problemática del hombre y técnicas de cómo encararlos.
Además al hacer un uso apropiado de los aportes de la Psicología que sumado con los recursos singulares con que cuenta el puede hacer más efectiva su labor de consejería.
A nivel personal considero que la psicología a ayudado a la orientación de los miembros pues con las técnicas usadas en algunos casos; por ejemplo llevar a las personas con falta de perdón llevarlas a tener un genuino perdón y restauración; tanto de quien recibió el agraviado y como poder confrontar en amor y restituir las relaciones.
Otra forma es ayudar a personas con depresión, llevándolas a verse como Dios las ve y que puedan vivir un día la vez, y reconocer en que área están experimentando ira y auto conmiseración; para así ser restaurado, sin dejar aún lado si está siendo medicado por un especialista.
Pienso que los pastores en consejería no debieran subestimar los aportes de la psicología, ni la ayuda que en tal caso que necesiten los miembros que así lo a meritan.
Yo personal mente he sido beneficiada de la ayuda profesional como de la mano de una buena orientación pastoral he podido superar e ir avanzando a la madurez espiritual.



Bibliografía






Bravo, J. (s.f.). www.angelfire.com. Obtenido de http://www.angelfire.com/pe/jorgebravo/tareas pastorales.html


Clinebell, H. (1995). Asesoramiento y Cuidado Pastoral. España: Nueva Creación.


Crablo, L. (1997). El Arte de Aconsejar Biblicamente. Logos.


June, H. (2004). Claves Bíblicas de Consejería, tomo 2. Puebla, México: Esperanza para el Corazón.


Polischuck, P. (1994). El Consejo Terapéutico. Barcelona - España: Clie.


Silvia, R. (2007). Crecimiento y Bienestar emocional. Obtenido de http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/consecuencias.html


www.Aspecto generales de la psicologia y su utilidad para la consejeria.com. (9 de mayo de 2001). Obtenido de http:/icergua/org










(Martínez y otros, 1993, pp.123-125).


(Crabb, 1977, p.104; Crabb, 1983, p.45).


(Inhauser y Maldonado, 1998, pp.27-30).


(Palomino, s.f., pp.5-7).


(Hough, 1999, p.168).


(Zsentmártoni, 1994, pp.85-86).


(Szentmártoni, 1994, pp.86-87; Hamilton, 1975, pp.35-36).


(Palomino, 1996, pp.9-10)


(Crabb, 1983, pp.19-20)


(Hoff, 1981, pp.16-17; Hamilton, 1975, pp.18-19; Polischuk, 1994, p.248; Palomino, 1996, pp.10-12).


(Palomino 1996, pp.7-9)


(Hough 1999, pp. 42-44)


(Ibíd., pp.45-46).


(Shertzery Stone, 1968, p.443).


(Hough, 1999, pp.46-47).


(Collins, 1984, p.22).


(Hough, 1999, p.51).


(Schipani y Jiménez, 1997, p.53).


(Tinao, 1976, pp.104-105).


(Schipani y Jiménez, 1997, pp.53-56).


Tinao, 1976, p.96).


(Clinebell, 1995, pp.35).


(Hoff, 1995, pp.65-66).


(Hamilton, 1975, pp.35-37).


(Hough, 1999, pp. 42-44)


(Hoff, 1995, pp.66-68).


Clinebell (1995, pp.92-93)


(Shertzer y Stone, 1968, pp.403-404).


(Collins, 1984, pp.21-24; McDowell y Hostetler, 2000, pp.21-22).


(Hough, 1999, pp.83-89).


(Shertzer y Stone, 1968, pp.410-413; Hough, 1999, pp.61-65).


(Szentmártoni, 1992, p.90; Hough, 1999, pp.65-67; Shertzer y Stone, 1968, p.410).


(Stamateas, 1997, pp.11-18; Collins, s.f., pp.20-21).


(Stamateas, 1997, pp.18-24).


(Stamateas, 1997, p.25)


(Hough, 1999, pp.53-54; Nuñez, 1998, p.102; Shertzer y Stone, 1968, pp.379-398).




(Polischuk, 1994, pp.345,346).





(Schipani y Jiménez, 1997, p.37).


(Clinebell, 1995, p.131).


(Schipani y Jiménez, 1997, pp.37-38).


Polischuk (1994, pp.347-349)


(Schipani y Jiménez, 1997, pp.38-40).


Clinebell, 1995, p.136).


(Collins, 1984, pp.30-31).


(Hoff, 1980, pp.20-21).


(Collins, 1982, p.208).


(Collins, s.f., pp.37-38).


(Szentmártoni, 1994, p.103; Hough, 1999, pp.210-215).